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Nada en los deportes es imposible. Claro que hay distancias y equipos superiores y tal vez en el fútbol femenino todavía hay brechas muy difíciles de cerrar. Brasil es potencia sudamericana y es la favorita desde antes de iniciar la Copa América y lo normal sería que se impusiera este sábado en la bonita Bucaramanga. Pero no son invencibles. Están un escalón arriba del resto, eso sí, quieren seguirlo estando, no han recibido un gol siquiera en el torneo y merecen su lugar en la final. Colombia busca la heroica, la impensada, la sorpresa, y va a tener todo el apoyo del Alfonso López y de un país que se ha volcado este mes a su favor para verlas ganar todo lo que han jugado hasta esta instancia.
Como diría Hernán Torres, “esto es fútbol” y aunque suene a frase hecha y lo es, todo puede pasar. Evidentemente para que suceda se debe jugar un partido perfecto o casi, con líneas cortas, mucha rigurosidad en marca y concentración absoluta. Las vigentes campeonas no han enfrentado en este campeonato una defensa tan bien estructurada como la nuestra. La tricolor tampoco ha recibido un ataque tan poderoso como el de ellas. Tienen en Bia y Debinha suficiente pólvora para meterle miedo a cualquiera. Talento por montones con Angelina, Ary o Tainara y sobretodo un estilo único que combina la magia de su ADN con la velocidad e intensidad del balompié moderno.
¿Cómo se le gana a un rival superior entonces?, combinando esos tres elementos o conceptos que ya mencioné y fortaleciendo la convicción y la mentalidad. Tácticamente hay que ocupar el medio campo, no defenderse tan atrás y aprovechar los costados para atacarlas cuando se recupere el balón. Se está hablando de defensa de cinco por lo que se ha visto en los entrenamientos de Abadía. Esas cinco deberían mejor ubicarse en la mitad, es decir 4-5-1 para coparles todo el ancho de la cancha y tener opciones de salida por fuera más que todo, insisto al hacerse con la pelota. Sería ideal que el DT sumara a Gisella Robledo a quien increíblemente ha mantenido al margen de la mayoría de partidos y nunca la ha utilizado de inicialista. Linda Caicedo y ella por las bandas armando un bloque de 5 con Leicy Santos, Lorena Bedoya y la capitana Daniela Montoya, base sólida en contención y rápido despliegue en reacción. Porque hay que pensar en hacerles daño. La mayoría de ejemplos en el mundo de victorias de David sobre Goliat, tienen un plan de avanzada en momentos clave. Hay que entender cuando atacarlas, ellas llegan con insistencia en buen número y acortan sus líneas. En el momento que pierdan la pecosa que debe ocurrir si hacemos un buen trabajo en la segunda zona del campo, tiene que venir el zarpazo que si usa bien a las extremas podrían darnos satisfacciones, aprovechando los espacios que van a quedar en terreno rival. Nuestras guerreras no pueden perder el impulso solamente porque se juega con Brasil. Es cierto que la posesión se va a complicar casi en su totalidad, pero aprovechar las oportunidades que se tengan para buscar el arco de Lorena será fundamental. La otra opción es ir por el partido largo y aguantar hasta los penales. De esa manera vamos a sufrir lo indecible. Yo me iría con la primera, ¿cierto?
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