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Después de finalizado el mundial sub 20 para Colombia y apenas publicada la convocatoria de Néstor Lorenzo para la fecha FIFA contra Irak y Alemania, se puede pensar en que el mañana está estableciendo sus bases.
Contra Italia se interrumpió el sueño de llegar a la final en Argentina. Fuimos superados desde el principio, cumpliendo con la constante del campeonato, empezar perdiendo casi siempre. El entrenador Héctor Cárdenas, nunca pudo imprimirle al equipo un mensaje de atención suficiente para esos primeros minutos. Curiosamente lo mismo está pasando en la versión mayores hasta ahora, cuestan las primeras etapas. El riesgo de remar río en contra es que puede pasar lo del sábado y es que no alcance para remontar y se derrumben las ilusiones, que justamente se fueron construyendo a través de los partidos, porque se logró superar la adversidad en los tres de fase de grupos. Además se rayó la perfección en octavos contra los eslovacos. Allí se pudo conjugar un verdadero colectivo, basado en las individualidades que sobresalieron también en el sudamericano. Costó lograr verse como tal, pero la imagen que se dejó fue aceptable. Un arquero sin errores fue Marquínez, de los mejores del torneo, gran figura ante Israel y fundamental en todas sus presentaciones. Los centrales cumplieron, pese al error de Mantilla contra Senegal, con Álvarez hicieron una dupla bastante rendidora. Los laterales con luces y sombras más inclinadas hacia Ocampo, mostraron en Salazar destacados rendimientos. Esto le valió el llamado para la absoluta. En la mitad, Puerta hizo bien su labor de marca y con el balón. Adelante Asprilla tuvo instantes de brillantez y Cortés, que no fue constante en su fútbol, aportó goles y desequilibrio, lo mismo que Ángel, que cumplió con la cuota mínima que se esperaba de él. Nos quedamos con los crespos hechos, a sabiendas de que se podía llegar más allá. Siempre he dicho que lo más importante de estas categorías es lo que les queda para trascender, pero también hay que afirmar que ya va siendo hora de jugar una final como lo hicieron las jovencitas recientemente. Asignatura pendiente. Después de este resumen ejecutivo positivo, y de constatar que Andrés Salazar fue citado para los dos amistosos por venir, o sea inició con pie derecho su carrera con la amarilla, nos encontramos con nombres que están marcando la renovación requerida. Si bien es cierto el seleccionador argentino esta vez no llamó curiosamente a Durán, sigue con la tendencia. Están Mier (23) , el mencionado Salazar (20), Lucumí(24), Arias(25), Juan Mosquera(20), Yerson Mosquera(22), Carrascal(25), Castaño(22), Cortés(19) y Asprilla(19), casi la mitad de los requeridos para la doble confrontación venidera menores de 25 años. Además también de los que seguro reforzarán estos nombres como Llinás, Sinisterra, Campáz, Puerta, Gómez, Durán, Atuesta, Ríos, Quiñones, Estupiñán, Vásquez, etc…
No nos puede volver a pasar lo de 2022, hay nómina, hay talento, hay como. En la pasada gira asiática nos ilusionamos con lo que nos mostraron en los segundos tiempos sobretodo ante rivales exigentes. Movilidad y sorpresa adelante, salida por los costados, buen juego interior. Hay que seguir por ese camino, puliendo los diamantes y juntándolos con los mejores experimentados. ¡Sí, hay futuro!
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