Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

A concentrarse

Antonio Casale

27 de febrero de 2022 - 09:09 p. m.

Los equipos colombianos sufren lo indecible en torneos internacionales. Nadie les pasa por encima, pero casi siempre pierden. Desde 2018 ninguno pasa a la ronda de dieciséis de la Libertadores y la gloria cada día se ve más lejana.

PUBLICIDAD

Millonarios y Atlético Nacional tendrán que hacer maromas para ubicarse en la siguiente ronda, todavía previa a la de grupos sin haber sido muy inferiores a Fluminense y Olimpia en la ida respectivamente.

Todos sabemos que los presupuestos que se manejan en Argentina y Brasil son cada día más lejanos de las posibilidades de los nuestros y lo seguirán siendo en la medida en que pasen los años y ellos sigan quedándose con el grueso de los jugosos premios. Pero esa no es excusa, todos vimos lo bien que jugaron los dos colombianos en los partidos de la semana pasada. Sin embargo sus rivales cobraron por ventanilla los papayazos dados. Tener un jugador expulsado a los veinte del primer tiempo, errar un penal y entregar un gol con compromiso serio del arquero son demasiadas ventajas a un equipo que se armó para ganar la copa como el brasileño. Por el lado de Nacional, la falta de eficacia hasta el uno a uno y la falta de ambición después del empate nos recuerdan otra constante de los nuestros a todos los niveles, porque va uno a ver lo que pasa en la selección de mayores y es más de lo mismo.

Colombia produce futbolistas talentosos de manera silvestre, pero la estructura de su fútbol, comenzando por el formato de la liga, no ayuda. Mientras en Brasil, Argentina, Paraguay y Ecuador, por citar a algunos de los que habitualmente nos ganan la mano, juegan sus ligas en formatos donde se enfrentan todos contra todos para definir las cosas, lo que hace que todas las semanas los protagonistas se jueguen verdaderas finales para no colgarse en la tabla de posiciones, mientras los nuestros tienen cuatro meses para meterse en un grupo de ocho finalistas, lo que les permite dar ventajas durante gran parte del campeonato. Por si fuera poco, después tienen seis fechas para meterse en la final. Este puede ser el torneo que más oportunidades entrega a la irregularidad. En conclusión, los nuestros juegan verdaderamente bajo presión durante veinte días al año (cuando hay cuadrangulares). Así, cuando llegan a la Libertadores se ven enfrentados a situaciones con las que no están familiarizados y los errores se pagan caro. No debe ser coincidencia que los otros países acabaron con las liguillas en sus torneos y se volvieron más competitivos.

Read more!

A la falta de concentración para no cometer pequeños errores que marcan grandes diferencias hay que sumarle la falta de efectividad. Si usted se pone a pensar, hay un déficit de delanteros alarmante en el fútbol colombiano y los que hay están por encima de los treinta años hace ya un buen rato. Claro que no solamente los delanteros marcan goles, el área en la mayoría de los equipos de nuestro país es una zona de terror, pocos se atreven a pisarla con determinación, pocos le pegan a la pelota de media distancia y pocos tienen la capacidad de poner la cabeza en frío a la hora de meter la pelota en el arco contrario.

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.