Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Escribo sobre Millonarios antes de comenzar el torneo para no volver a lamentarnos de lo mismo bajo la calenturas de los malos resultados que nuevamente parecen inevitables.
En lo deportivo, es correcto apuntarle a las divisiones menores. Pero el complemento, la parte institucional, sigue muy mal y los refuerzos para rodear a este grupo de jóvenes no son más que simples contrataciones que no corresponden al linaje de la institución.
Estamos de acuerdo en que lo mejor que le puede pasar al equipo es que los señores López, García y Rendón den un paso al costado, que lo vendan o cedan el manejo. Hay una propuesta sobre la mesa encabezada por diferentes corrientes seguidoras del otrora más veces campeón. La hace un grupo llamado Azul y Blanco y su propuesta suena bien.
Azul y Blanco quiere asumir el manejo del equipo, incluidas las deudas, a través de una banca de inversionistas que se llama Corredores Asociados y que tiene alto prestigio en el sector. Ésta buscaría empresas o personas en la bolsa interesadas en poner dinero en la institución con el fin de salvarlo económicamente. La idea es que así, en un mediano plazo, el equipo pueda volver a ser competitivo. Esto tomaría tiempo pero sería una solución definitiva. Recordemos que la emisión de acciones que está por aprobarse sólo mitigaría un pequeño pasivo, quedando por salvar la operación de 2010. Esta fórmula ya ha sido probada en otros países del continente. En algunos casos, como en el de Universidad de Chile, ha funcionado. En otros no, como en Racing de Avellaneda, donde el remedio resultó peor que la enfermedad y sólo ahora están sacando la cabeza económicamente hablando a través de otra figura.
La propuesta de Azul y Blanco suena interesante y procedente, toda vez que ceder el manejo de la marca no implica ninguna venta de algo que no se sabe si es legal o no, gracias a un concepto gubernamental que ha tardado años en llegar y que no permite dilucidar si los equipos de fútbol son entidades sin ánimo de lucro o empresas privadas comunes y corrientes.
Lo malo es que dentro de este grupo hay algunas personas que ya estuvieron a cargo del manejo de Millos en administraciones anteriores. Valdría la pena —para que Azul y Blanco tomara solidez y su propuesta fuera tenida en cuenta por los actuales dueños— que estos individuos, hoy socios minoritarios, dieran un paso al costado. Bajo sus manos el equipo estuvo igual o peor que ahora, con su presencia no habría razón para pensar que todo sería diferente. Aunque digan que el poder quedaría en manos de los nuevos inversionistas, la desconfianza sería la misma.
No hay más propuestas, pero si alguien sabe de alguna, que la dé a conocer para que podamos hacer seguimiento en aras de que esta pesadilla se acabe. Me cuesta creer que una marca con el potencial de Millonarios no tenga a ninguna organización sólida con ganas de devolverles la grandeza a sus hinchas y hacerla viable como negocio.
