La semana pasada vivimos las semifinales de la Champions a través de la televisión por cable y programas de radio locales como ‘El Alargue’ en Caracol Radio, batieron todos los récords de mensajes, pero esta vez para opinar acerca de Barcelona, Chelsea o Manchester United.
Mientras tanto en la calle los niños de hoy, quienes serán los hinchas del mañana, visten con más orgullo la camiseta del Real Madrid o el Milán que la de su equipo en Colombia que casi nunca completa dos torneos continuos con resultados decorosos. Si bien es cierto la cercanía, la localía y la herencia son fortalezas a favor de los nuestros, y el FPC representa el primer ítem de esparcimiento y recreación en el país, no es menos cierto que si no se toman correctivos, el pulso se terminará perdiendo con la Premier, la liga de las estrellas y la Champions, pues la televisión por cable cada vez tiene más penetración en nuestro país.
No es necesario que tengamos a Messi o a Drogba para que nuestro balompié sea digno y competitivo, aquí hay que cambiar desde el estado de las canchas hasta el estado de las cuentas, pero podemos arrancar por temas básicos y fundamentales que no son tan difíciles de implementar. Es increíble que en pleno siglo XXI el estado de las canchas en estadios como el de Neiva, Cartagena, Ibagué o Pereira no permita poner la pelota al piso afectando negativamente el nivel del espectáculo. Para completar, muchos de nuestros estadios son sucios y antihigiénicos, son una invitación a quedarse en la casa viendo a Boca. No creo que para mejorar en estos aspectos se necesite de la creación de una ley o de grandes partidas gubernamentales. Ser limpio no cuesta nada y arreglar una cancha no pasa de una suma equivalente a un lleno en un partido, que bien podría ser subsidiada por los dueños el espectáculo.
De la misma manera, y teniendo en cuenta que el fútbol es cada vez más televisivo, debería la Dimayor exigir a quienes producen los partidos que transmiten Telmex y Une, que mejoren los estándares de calidad. Se manejan distintos presupuestos en Colombia que en Europa, pero el Gol Caracol y Futbolmanía han demostrado que se pueden hacer mejor las cosas.
Después vienen las decisiones que siempre hemos pedido y que son igualmente necesarias, como exigir a los entrenadores como mínimo un diploma que los acredite, que se cumpla el tema de los reglamentos para empresarios y se apruebe el estatuto del jugador, que las cuentas y los dueños de equipos no estén enredados en negocios raros, estrategias claras para eliminar la violencia de los escenarios, en fin, mil cosas que no van a cambiar mañana. Pero podemos comenzar por lo mínimo, canchas dignas, estadios limpios y producciones televisivas mejores.
