Billetera vs. cantera

Se disputó el derby más importante del fútbol mundial con saldo favorable al proceso del Barcelona sobre la alta inversión del Madrid.

“Cantera mató a billetera”. Esta fue la sentencia del relator de Espn tras finalizar el partido en el que los catalanes, sin ser mucho más, le ganaron a los merengues 1-0. El campeonato hasta ahora comienza y la diferencia es de dos puntos, faltando la revancha el próximo semestre en el Bernabéu.

Lo cierto es que fue impresionante asistir al tremendo concierto futbolístico brindado por las dos partes. Barcelona enmarcando todo el significado de la palabra “equipo”. Jugadores, en su mayoría de la cantera, que aprendieron a vivir juntos, que son amigos desde pequeños, formados impecablemente en la parte mental y también en la futbolística. Tocan la pelota de memoria como con un guante de seda en el pie y rara vez se equivocan en una entrega.

Hacen circular el balón a su antojo hasta encontrar el momento preciso para la estocada final: esa que da el sueco Zlatan Ibrahimovic, quien hace fácil lo difícil.

Soy simpatizante del Real Madrid por su historia y abolengo. Nadie puede negar que fue más que un rival para el Barcelona hasta el momento del gol. Los del ingeniero Pellegrini son una colcha de retazos de la más costosa tela, sus individualidades marcaron diferencia en ataque al punto de tener dos mano a mano clarísimos frente a Valdés y hacer figuras a Puyol y a Piqué.

Kaká y Cristiano Ronaldo, cuando aparecen, demuestran que son de otro planeta. En lo defensivo, el merengue comienza a comportarse como equipo y eso tomará tiempo, pero seguro el derby de vuelta será a otro precio. Si bien es cierto que su juego no fue perfecto, al técnico le faltó arriesgar más cuando tuvo ventaja numérica y se equivocó en los cambios, lo que le costó la victoria.

Barcelona es un ejemplo de trabajo desde la base, pero no por eso podemos decir en tono irónico que cantera mató a billetera. La responsabilidad de los directivos de clubes grandes y con historia siempre será tener a los mejores y el Madrid los contrató. ¿Quién los entiende? Malo porque ya no hay quien desequilibre, y malo por juntar a los magos que entregan genialidades y obras de arte. Ganó el Barça de la cantera, pero me levantó de la silla más veces el Madrid de la billetera: la cantera ganó una batalla, pero no la guerra.