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El Mundial de Fútbol, que acaba de terminar, fue todo un éxito en distintos aspectos. Por supuesto, algunos lunares tuvo, pero qué bueno rescatar las cosas positivas, cuando las hay, y esta vez sí que las hay.
Un país unido en torno a un balón, cuyos niños pudieron ver y ser testigos de excepción de los logros que se pueden alcanzar a través de una actividad sana como el deporte, donde en lo futbolístico la escala de valores sigue siendo coherente con lo que demanda una sociedad que quiere mejorar.
Solidaridad, respeto por el rival, amor propio, convencimiento absoluto por lo que se quiere lograr y, lo más importante, actuar racional y emocionalmente en pos de lo que se busca son sólo algunos de los valores que quedaron manifiestos gracias al Mundial y que, aunque parezcan obvios, está claro que en Colombia no se aplican ni en lo individual ni en lo colectivo.
Por eso es muy bueno que los niños de hoy hayan sido testigos de este evento como espejo de formación. Que sepan que no sólo se puede triunfar a partir de la cultura de la violencia, las drogas, el engaño y el maltrato, valores estos tan arraigados en gran parte de nuestra nación.
Por otra parte, quedan varios estadios en impecables condiciones que, de lograr cuidarlos, podremos disfrutar por mucho tiempo.
También se debe rescatar el comportamiento del público, siempre en paz y alegría, y, sobre todo, comprometido con la paz. Esta vez ni siquiera hubo necesidad de mallas que separaran al público de los jugadores. Esta vez la familia volvió a los estadios. Esta vez triunfaron la armonía y la unión.
Es bueno rescatar el apoyo de Bogotá a la selección, en los buenos y en los malos ratos, El Campín lució caliente y conectado, dato para tener en cuenta a la hora de escoger la sede de la selección de mayores para la eliminatoria.
Y, por supuesto, es justo reconocer el esfuerzo tanto del Gobierno Nacional, como de los directivos de la Federación de Fútbol, a quienes por concepto de taquillas les queda un dinero importante como premio. Ojalá esos recursos se utilicen como debe ser y sirvan para que el concierto futbolístico nacional mejore y no para otro tipo de actividades.
Colombia cumplió y demostramos que cuando nos unimos todos podemos llegar muy lejos. Qué bueno sería que esto se lograra más frecuentemente.
