Quedan sólo ocho de las 32 naciones que iniciaron el Mundial con posibilidades de ser campeón, algunos de ellos como Brasil, Uruguay o Alemania han mostrado grandes pasajes de buen fútbol, otros como Argentina, Holanda o España han llegado hasta acá haciendo uso de sus individualidades. Y otros como Paraguay y Ghana lo han hecho siendo aplicados tácticamente.
Pero, al margen de ello, se discute en las calles si el Mundial ha sido bueno o un fiasco.
Para algunos es el fútbol de hoy el deporte mas aburrido del mundo, dominado por una mafia llamada Fifa, con equipos amarrados y ausentes al espectáculo. Dicen que al Mundial le sobra la primera ronda y 15 equipos, que antes el Mundial era la plataforma de lo táctico para los siguientes cuatro años y ya no muestra nada nuevo. También afirman que se convirtió en unos conciertos con partidos de fútbol. Opiniones todas válidas y respetables por supuesto.
A mí me ha encantado el Mundial, creo que el fútbol de hoy es distinto al de antes, pero no por ello mejor o peor, en defenderse correctamente también hay virtud. Pero he visto a Brasil cada que quiere comerse el mundo con pinceladas contundentes de buen fútbol ofensivo, al igual que lo de los teutones. He visto partidos emocionantes y también malos. Como cuando uno va a cine, pueden salir películas buenas, regulares o malas, pero la magia nunca se pierde.
Y lo que pasa alrededor del fútbol es igualmente importante y relevante. Si les quitamos la alegría a los hinchas, las vuvuzelas, las canciones del Mundial, la marcha de la Fifa al momento de anunciar la salida de los equipos a la cancha, estaríamos ante un deporte aburridor, falto de emociones. La esencia del fútbol de hoy sigue siendo el balón y los jugadores, pero a ellos se les tiene que sumar lo que los hinchas ponen. Si el partido es aburridor, jamás la tribuna estará triste, por eso este deporte va más allá de lo que puede pasar dentro del rectángulo de juego, y es válido.
Con sus cosas buenas y malas, me encanta el Mundial y lo disfrutaré hasta el final.