Déjenlo trabajar

Néstor Lorenzo, el nuevo seleccionador nacional de fútbol de mayores, jugó la final del Mundial de Italia 1990 bajo las ordenes de un tal Carlos Salvador Bilardo; estuvo en el banco técnico en el Mundial de Alemania 2006 con Argentina. Repitió presencia en los de Brasil 2014 y Rusia 2018 con Colombia. En esos tres eventos y sus respectivas eliminatorias fue el asistente principal de José Pékerman. Esto quiere decir que trabajó durante siete años con futbolistas colombianos. Entre ellos estuvieron, en la primera parte, los integrantes del ciclo más exitoso de la historia y, en la segunda, los del recambio generacional que se vio en Rusia, de donde quedan todavía varios integrantes de la selección que son jóvenes y con muchos años por delante.

Es verdad que su experiencia como entrenador en propiedad es escasa y se remonta a la buena campaña que está haciendo con el Melgar de Arequipa, en Perú. Pero lo vivido en el banco de Pékerman supera con creces cualquier cantidad de partidos dirigidos en la liga de Colombia, lo que hace que la lista de entrenadores colombianos se reduzca a quienes ya estuvieron al frente del equipo de todos hace ya muchos años. Decidir por uno de ellos sería hacer más de lo mismo. Además a Lorenzo no lo traen por su experiencia en Perú, sino por su experiencia en eliminatorias y mundiales, que son las competencias de la selección mayor.

En Alemania, la normalidad histórica indica que el asistente suceda al entrenador. Así sucedió, por ejemplo, con Joachim Low, ayudante de Klinsmann en 2006 y con poca experiencia hasta ese momento como seleccionador en propiedad. Después fue campeón del mundo en Brasil. Scaloni, el campeón de América con Argentina, el que le devolvió el orden y el lugar al que corresponde a los de Messi, era asistente en el proceso anterior, el de Jorge Sampaoli. Su experiencia como primer entrenador era nula y mire ya donde va.

Además, ya es justo que acerquen a los jugadores que fueron determinantes en procesos exitosos y que todavía tienen cierta juventud que les permite tener el camerino fresco, lo cual hace que las relaciones con los jugadores sean más efectivas. Los campeones del mundo (Francia), América (Argentina) y África (Senegal) son dirigidos por jugadores de otros tiempos. Es cierto que en nuestro país todavía los pupilos de Pékerman no están listos para asumir la responsabilidad, pero Lorenzo, que los conoce bien, los va a tener cerca. Es así como Amaranto Perea, Abel Aguilar y ojalá otros más van a hacer parte del cuerpo técnico. Ojalá de ahí salga el sucesor de Lorenzo cuando llegue su momento.

Es verdad que lo de Lorenzo se debió hacer cuando salió Pékerman, pero retornar al método ganador de don José es una idea diferente, justo cuando pedíamos acciones distintas que, como sabemos, es la única manera de obtener resultados mejores. Lo mínimo que merece Lorenzo es que lo dejen trabajar tranquilo, ya veremos cómo le va.