Publicidad

El dominio brasileño de la Libertadores: espejo o muralla

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Antonio Casale
03 de noviembre de 2025 - 12:00 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Palmeiras y Flamengo volverán a encontrarse en una final de Copa Libertadores. Otra vez Brasil. Otra vez ellos. Ya casi se volvió paisaje. En los últimos diez años, los clubes brasileños han ganado ocho títulos del torneo, y los dos gigantes de hoy, verdes y rojos, concentran cuatro de ellos. No es casualidad: el fútbol de clubes en Suramérica ya habla con acento paulista y carioca. Y empieza a ser tan previsible que resulta un poco aburrido.

¿Qué cambió? Antes, los premios de la Conmebol no eran tan jugosos, y los equipos brasileños solían darle prioridad al Brasileirão. Los desplazamientos eran largos, las canchas malas y los rivales duros. Hoy, la Libertadores es un negocio redondo. Los premios crecieron, los derechos de televisión se multiplicaron, y los clubes que la toman en serio encuentran retorno deportivo y económico. Flamengo y Palmeiras entendieron eso antes que el resto y construyeron su hegemonía.

Las cifras son elocuentes. Palmeiras tiene una plantilla valorada en unos 238 millones de euros, Flamengo ronda los 219 millones, mientras River apenas supera los 90 millones y Liga de Quito se mueve por los 18 millones. La distancia es sideral. Pero, detrás del dinero hay estructura: clubes ordenados, con directivos profesionales, centros de entrenamiento de nivel europeo y una planificación que no depende de un título ni de una venta. En Brasil, la lógica del fútbol dejó de ser emocional para ser estratégica. Y cuando la pasión se combina con gestión, no hay rival que aguante.

Hace veinte años, los brasileños solían ir a la Libertadores con lo que sobraba del Brasileirão. Hoy van con lo mejor que tienen y, además, con planteles que podrían competir sin rubor en la mitad de las ligas de Europa. El cambio no fue solo económico: fue de mentalidad.

Mientras tanto, el resto de Suramérica mira desde lejos. Los argentinos aún sobreviven con jerarquía y talento, pero las deudas los asfixian. Los uruguayos viven del recuerdo, y los colombianos, entre la falta de planificación y la urgencia de vender, siguen en deuda. Sin embargo, los ecuatorianos levantan la mano. Liga de Quito, Independiente del Valle y hasta Barcelona han demostrado que, con orden, una idea de club y un buen manejo del talento joven, se puede competir incluso sin billetera.

En Colombia hay margen para hacerlo mejor. Se necesita continuidad, coherencia y ambición a largo plazo. No se trata de igualar los millones de los brasileños, sino de adaptar sus métodos: profesionalizar la gestión, reinvertir en infraestructura, creer en los juveniles y mantener proyectos deportivos más allá de un mal semestre.

El dominio brasileño no es una fatalidad, es una consecuencia. Y como toda consecuencia, se puede revertir si se cambian las causas. Mientras Palmeiras y Flamengo levantan otra Libertadores, los demás deberían tomar nota. La diferencia no está solo en los euros, sino en la forma de entender el juego.

🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador

Conoce más

 

jairo sanchez(20827)03 de noviembre de 2025 - 11:22 p. m.
Y ¿Cómo explicar que a nivel de selección la verdeamarella haya descendido tanto? Hoy es sombra de un historial glorioso.
Eduardo Galeano López(34409)03 de noviembre de 2025 - 04:22 p. m.
Antonio Casale, como la gran mayoría de comentaristas deportivos, OBVIO , en lo que dice y en lo que escribe. Solo dos elementos, Brasil cinco veces campeón del planeta en el gran torneo mundial de selecciones. Por la cuantificación de las remesas de los jugadores de balompié, que actúan en el exterior, el PIB de Brasil registra ingentes ingresos. Por favor, la pregunta es por qué los equipos colombianos no pueden hacerlo.
Atenas (06773)03 de noviembre de 2025 - 03:26 a. m.
Antonio, un interesante y breve artículo sobre la pregunta de moda hoy en dia respecto del porqué los equipos de fútbol de Brasil barren en los torneos nuestros ( salvo en la selección nacional) y viene al caso con cifras elocuentes de cómo más allá de ver a este deporte como el q' más el mueve multitudes igual hay q' tenerlo como visión de negocio, el Real Madrid es claro ejemplo. Atenas.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.