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Con el ambiente de su lado, como suele ocurrir con el equipo de todos, la selección de Colombia saldrá a la cancha sin margen de error a jugar con Polonia. Es el esfuerzo de los miles de compatriotas que invirtieron sus ahorros para acompañar al equipo en Kazán. Es la manera como todo el país se une en su totalidad por fin alrededor de algo. Es el sueño de los amantes del fútbol que solamente los 23 que están en el Mundial pueden cumplir, el de jugar una Copa Mundo. Pero por encima de todo son ellos, los futbolistas de Pékerman, los que este domingo tienen una cita con la historia. Al final, solamente ellos la podrán escribir.
A veces discutimos por qué juega Pedro en lugar de Juan. Claramente en esta oportunidad uno de los grandes retos que ha tenido Pékerman es sortear la parte física de los jugadores. Se dice que el éxito de un equipo en un Mundial radica en el momento en el que lleguen en el mes de la Copa, y lamentablemente la parte física no les ha permitido a muchos estar como quisieran. Lo demás es buscarle cinco patas al gato.
Por eso los que salten a la cancha ante Polonia, partiendo de que están físicamente aptos para jugar, si las piernas no marchan lo demás tampoco, tendrán que exhibir máxima concentración desde el comienzo hasta el final. Los dos últimos juegos mundialistas, ante Brasil en 2014 y ante Japón en Rusia, se perdieron desde los primeros minutos. Un 30% de los juegos disputados hasta ahora en Rusia se han definido en los últimos diez. Por eso la concentración, que no es otra cosa que la confianza en su justa medida en lo que se ha preparado, debe ser lo principal este domingo.
Después habrá que ejecutar el plan de juego. Evitar que la pelota le llegue a Lewandowski tapando a sus volantes sin cometer faltas de costado. Evitar al máximo que ellos queden mano a mano con nuestra defensa y lo más importante, que al quitar la pelota se haga algo productivo con ella. Eso quiere decir explotar la salida por las bandas y lograr que se junten Aguilar con James para comenzar las jugadas. Tener efectividad en el arco contrario y no bajar la cabeza ni la manera de presionar si las cosas van mal. En eso Abel y Zapata, si entra, tendrán que jugar de Yepes como tantas veces ya lo han hecho.
Polonia tiene las mismas necesidades y jugó igual de mal que Colombia en su debut pero no por eso va a salir desbocada. Tampoco los nuestros. Más que nunca los pequeños errores marcarán las grandes diferencias. A estas alturas todo está en la mente. Vamos.
