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En sus últimas apariciones, siendo casi una costumbre desde su regreso después de una dilatada lesión, el entrenador de la Juventus, Massimo Allegri, ha puesto a jugar a Juan Guillermo Cuadrado como lateral derecho, lo cual, paradójicamente, podría solucionar uno de los graves problemas de Pékerman: la banda izquierda.
Para Cuadrado no es extraña la posición. Ahí jugó en sus comienzos en el Medellín, donde se hizo famoso para el fútbol. Incluso Pékerman lo ha ubicado allí en algunos partidos en Barranquilla, cuando vienen rivales como Bolivia, que se encierran atrás. En esos casos, Cuadrado le ofrece una alternativa arrancando desde la zona posterior.
Siempre se ha dicho que le falta sacrificio en marca y que por eso es un riesgo ponerlo de lateral. Lo cierto es que en estos años en la Juventus —en un pasaje de la serie documental de la Juventus que se emite en Netflix se puede apreciar—, Allegri le ha exigido compromiso con esa labor, y ciertamente lo ha adquirido.
Cuando juega para Colombia hemos observado que se excede en la individual, cosa que con un recorrido corto, como el que tiene cuando juega como volante extremo, se le dificulta, sobre todo porque los rivales ya saben que a Colombia no se le pueden brindar esos espacios. Pero esa capacidad de desequilibrar, que se hace más viable con un recorrido más largo como el que tendría como lateral, es la que está demostrando en la Juventus. Setenta o sesenta metros son ideales para que Cuadrado rompa esquemas rivales. Eso sí, tendría que socializar de todos modos un poco más, tal como lo hace en Italia.
Dicho lo anterior, Pékerman tiene una gran oportunidad de recobrar un arma que se perdió con la ida de Zúñiga y no volvió a aparecer: la salida. Arias, que es un buen lateral en marca, tiene una aceptable salida y con esas dos características se convierte automáticamente en la mejor opción para ocupar la banda izquierda. Sí, con pierna cambiada, ahí ya lo hemos visto con la camiseta de Colombia; sucedió en la Copa América contra Perú e incluso en el Mundial de Brasil contra Costa de Marfil. Si bien no es su perfil, brinda más seguridad en marca e inteligencia en salida que quienes han probado esa posición en los últimos años sin poder reemplazar al mejor Armero, el del Mundial.
Como si fuera poco se le abriría a Pékerman otra posibilidad ofensiva en el mediocampo para su tradicional 4-2-3-1. Izquierdo o el mismo Duván Zapata podrían ser los hombres para ocupar el lugar que dejaría Cuadrado como volante extremo por derecha.
Eso sí, como en la Juve, los centrales y los volantes de marca tendrán que batirse como leones para respaldar a Cuadrado cuando se vaya al ataque. Pero ese es su trabajo. El ADN de Pékerman siempre ha sido buscar el arco contrario. Había perdido salida por los costados y el nuevo rol de Cuadrado en la Juve le facilita las cosas para el Mundial. Ojalá lo considere.
