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CVY (¿Cómo voy yo?)

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Antonio Casale
13 de octubre de 2009 - 12:10 a. m.
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Aplausos para la Federación Colombiana de Fútbol, por fin se consiguió el objetivo, después de muchos años de trabajo, la peruanización de nuestro balompié es un hecho.

Se hizo todo para conseguirlo y por supuesto se logró. Se repitieron los mismos errores de las eliminatorias pasadas con una perfección impresionante pero esta vez se sumaron otros, como los cambios de sede y el debilitamiento de nuestro torneo interno, que hoy cuenta con 15 equipos quebrados, de los 36 que hay, mientras los directivos de la Federación sacan pecho por la excelente situación económica de la entidad, claro que el nivel de la liga no puede ser excusa, ¿o es que la liga paraguaya y la uruguaya son muy fuertes?

El pésimo proceder deportivo de Lara como seleccionador nacional y el nivel bajo de algunos jugadores no es más que la consecuencia de una cadena de errores que parece no romperse nunca, pero que sobre el papel es más fácil de corregir de lo que muchos piensan, aunque para eso hay que eliminar el CVY del lenguaje futbolístico del país. Mientras existan intereses particulares por encima de los generales y en ellos estén vinculados entrenadores, directivos, empresarios y hasta periodistas, será imposible mejorar.

Se lava las manos el presidente Bedoya diciendo que a Pinto y Lara les dieron todo lo que pidieron. Eso es falso, a Pinto no le dieron lo más importante, respaldo. Y ahora cuando deben asumir culpas aducen que a Lara también le dieron todo.

El buen directivo no es el que les entrega todas las facilidades a sus pupilos, el buen dirigente debe gobernar, diseñar la carta de navegación y de acuerdo con los objetivos trazados escoger bien al grupo de entrenadores idóneo para el logro de los mismos.

Esta carta de navegación debe incluir formación deportiva y mental para los menores, profesionalización de la actividad de entrenador, fortalecimiento del torneo doméstico, escogencia de cuerpo técnico para las categorías juveniles, capacitado para educar más que para hacer negocios, y un entrenador de la selección absoluta a quien los jugadores que actúan en Europa le crean y le respeten, ojalá extranjero pero cuyo rótulo sea ganador. Es indispensable que conozca el fútbol suramericano para que no suceda lo que le pasó a México con Eriksson.

Lo de Bielsa en Chile es un espejo a seguir. A pesar de su alto costo económico terminó siendo negocio su contratación, pues le cambió la cara a los australes en dos años.

Aunque la carta de navegación aparentemente corresponde con la lógica y es fácil de implementar, estamos más cerca de seguir pareciéndonos a Perú que a Chile porque mientras exista el CVY, característico de nuestra cultura traqueta, será muy difícil corregir el camino. Ah, mientras tanto en Bolivia el Estado va a intervenir el fútbol para ayudar a reestructurarlo y en Perú todas las decisiones a partir de ahora contarán con el concepto de jugadores, patrocinadores, directivos y árbitros, como quien dice que todos los actores del espectáculo se unieron para salvarlo, todo mientras en Colombia se viene la reelección del presidente de la federación y en el fútbol como en el país cualquier cosa vale y el interrogante entre quienes mandan no es cómo salir del hoyo sino ¿CVY?

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