Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El más cercano a nosotros es el nuevo triunfo de la selección de Honduras, en cabeza del colombiano Reinaldo Rueda y su equipo de trabajo sobre la poderosa selección mexicana, contando con uno de los presupuestos más bajos de la región.
Mientras Colombia cuenta con diez millones de dólares en patrocinio, Honduras sólo tiene de su cervecera uno, imagínense con cuanto dinero trabaja México, que en ese sentido es mucho más poderosa que los nuestros. Hubo estrategia, un plan definido desde el comienzo que incluyó diagnóstico previo y trabajo en equipo entre directivos, cuerpo técnico y jugadores. En México, en cambio, se gastan el dinero en relevar entrenador cada vez que hay tormenta y creen que traer al más caro es sinónimo de éxito. Ojo, un entrenador extranjero sirve siempre y cuando conozca el medio en el que desenvuelve.
De la misma manera Bolivia le propició tremenda goleada a la Argentina de Diego Maradona, en el mismo lugar donde Chile ganó recientemente, y Uruguay y Colombia empataron. Allí, los muchos millones de euros que cuesta cada jugador de la albiceleste sucumbieron ante la estrategia boliviana. Ellos, ya eliminados decidieron apostarle todo al juego con Argentina dejando incluso jugadores en La Paz sin usarlos en el compromiso frente a Colombia. Es decir, hubo estrategia, plan de trabajo, caso contrario a la selección gaucha, que salió a jugar en la altura como si fueran superhéroes, como si el dinero que cuestan sus dirigidos los hiciera inmortales.
Igual de reconfortante, el triunfo del británico Jenson Button, en las dos primeras válidas de la F1. Lo hizo representando a la escudería con más bajo presupuesto, Braun GP, apoyado por el empuje de su dueño, el ex mecánico Ross Braun, quien lejos de los dineros manejados por Ferrari y McLaren, puso una estrategia clara sobre el papel para desarrollar sus autos y dar la sorpresa.
Mientras tanto, el presidente de la Fedefútbol anuncia un plan estratégico para los próximos diez años que incluye cursos de formación de técnicos, sede para las selecciones, fortalecimiento de las fuerzas básicas y capacitación en el extranjero para los técnicos. Sin duda, ese es el giro que requiere nuestro fútbol, eso es pensar en grande. Sólo algunas preguntas: ¿Por qué ese plan tan bonito sólo hasta ahora se va poner en marcha, si llevamos todos estos años cambiando de seleccionador y quemando al de turno cada vez que hay crisis? Qué nos puede llevar a pensar que esta vez no será así?
