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El arquero, la columna de Antonio Casale

Antonio Casale
22 de mayo de 2023 - 02:23 p. m.

Una de las cosas que debe tener un campeón es un gran arquero. No un buen arquero, un gran arquero. Todos se comen goles porque son humanos y el error hace parte del fútbol, pero en las finales son los que cambian el juego.

Los goles los pueden marcar varios. Si el nueve no está fino puede llegar el central en una pelota quieta desde atrás y convertir, o el extremo en una diagonal de afuera hacia adentro puede pescar un balón cruzado y cambiarlo por gol. Claro, este deporte consiste en meter el balón en la portería del frente más veces que el contrario, pero hay muchas maneras de hacerlo.

El único que no responde a la estrategia de un partido es el portero cuando lo atacan. Es cierto que es un puesto desagradecido. Puede atajar 15 pelotas de gol, pero pasa que se empaca el de una eliminación y ahí la suerte es una consecuencia, porque un buen arquero debe tener cualidades técnicas y físicas, pero sobre todo mentales.

Un buen portero, de esos que ganan títulos, debe ser serio, intimidar a sus rivales, mantener alerta a sus defensas, estar pendiente del factor sorpresa del contrario y anticiparse a la intención de los que cobran pelotas quietas. Un buen arquero no se ríe en el campo nunca. Es el de la puerta del bar, el que transmite seguridad.

No es casualidad que Casillas le haya sacado la pelota de gol a Robben en el Mundial de Sudáfrica en la jugada previa al gol de Iniesta, que significó el mundial para España. Tampoco la del último minuto de Martínez frente a Francia en Catar o, viniendo al plano local, las de Vikonis previas al gol de Rojas frente a Santa Fe en la final de 2017 o el penal que atajó Delgado en 2012 para acabar con la sequía de títulos de 24 años de Millonarios. La Libertadores de Nacional en 2026 tiene las atajadas de Armani como protagonista de la película y la de Once Caldas de 2004 a Henao en la portada del libro.

Las grandes atajadas suelen suceder antes de grandes gestas. Agrandan a los equipos. Si ni lo creen, miren todo lo que tapó Óscar Córdoba el día del cinco a cero en Buenos Aires cuando el partido estaba cero a cero.

Es ese 1 %. Ese pequeño detalle que marca grandes diferencias a la hora de las definiciones. Sí, hay algo de suerte, como todo en la vida, pero el arquero no puede dejar detalle al garete. Es cuidar su palo en los tiros libres, alertar a sus defensas, salir con decisión cuando sea necesario y motivar a sus guerreros cuando las cosas van mal. El arquero de un equipo ganador debe ser un estado de ánimo.

 

luis(49595)22 de mayo de 2023 - 07:50 p. m.
Excelente columna. El arquero es el alma del equipo. Si no, recuerden que Colombia no clasificó a Catar, por el gol que se ayudó a charlar Ospina, en el partido con Perú, de local.
Julio(69508)22 de mayo de 2023 - 07:46 p. m.
Un merecido homenaje a nuestro joven arquero de la selecciòn de futbol sub veinte Marquines, quien brillò en el partido contra Israel.
orlando(45745)22 de mayo de 2023 - 06:59 p. m.
Todo lo que dice Casalle será por el de Millonarios, creo que es hora de llamar a Montero y decirle que se ponga serio, son muchos los goles que se hace.
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