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El potrero del frente

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Antonio Casale
14 de noviembre de 2011 - 09:41 p. m.
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Decía mi papá que el potrero del frente siempre se ve más verde y tenía razón. Ahora resulta que Venezuela es el Barcelona, que Farías es el Mourinho latinoamericano, que se llevó un punto de Barranquilla por su claridad para practicar el fútbol y que la sacamos barata porque los patriotas al final se pudieron llevar los tres puntos.

Y resulta que Leonel, a quien hace tres días alabábamos, ahora es inexperto, montañero, no tiene manejo de grupo, se duerme a la hora de hacer los cambios, comete el gravísimo pecado de querer ser ofensivo y el país extraña a “bolillo”.

Pasan los años, los golpes, las derrotas y no aprendemos a ser mesurados, ni en la victoria ni en el fracaso. Seamos claros, después de que Farías hizo los tres cambios, el partido seguía bien administrado por Colombia. Venezuela no llegaba nunca y Ospina era un espectador más del compromiso. El empate llegó por un error individual más que por un rival que se haya venido encima. Comparto el ingreso de Marrugo en vez de Aguilar porque de esa manera el entrenador no renunciaba al ataque. Lo que pasa es que hay que meterla, Colombia tuvo el doble de opciones de gol que Venezuela y terminó empatando un partido que debió asegurar mucho antes del empate del rival, que fue flojo, tal vez fue la Venezuela más floja que he visto en muchos años.

Ahora, se viene Argentina, que está en serios problemas tras el empate como local frente a Bolivia. Ellos también aplican la del potrero del frente, pues ven el calor como un factor insuperable, ven en Colombia un colectivo serio y armado con tiempo y buen pulso, con jugadores técnicamente bien dotados y que pasan por un gran momento en sus equipos. Y ellos, por su parte, sienten que es la peor Argentina de la historia, que Messi no tiene compromiso con la selección y que los jugadores asisten a la eliminatoria apenas por cumplir.

Lo cierto es que, desde este potrero, ese se ve más verde.  Messi es el mejor del mundo y en cualquier momento explota.  Argentina viene herido por el empate con Bolivia, Sabella es un señor entrenador y los del sur tienen jerarquía, que no es otra cosa que la capacidad de obtener resultados, aún jugando mal.

Tal vez sea un mal latinoamericano. Una mala costumbre de ver siempre las virtudes en lo ajeno y los defectos en lo propio, lo cierto es que nunca es tarde para aprender a ver las cosas en su justa medida. Por cierto, cuando la sede estaba en Bogotá, añorábamos Barraquilla y ahora que estamos en Barranquilla, quisiéramos que la sede no fuera tan húmeda, ni tan caliente, ni tan pesada. Algún día aprenderemos que no hay mejor potrero que el propio, con sus cosas buenas y sus cosas malas.

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