El recreacionista

Cuando llegó a Colombia en 2006 a dirigir a Millonarios no tardó en causar polémica por sus maneras. Hasta ese momento el entrenamiento físico se hacía sin balón. Él decidió aplicar lo que aprendió en sus años en Inglaterra, en el Manchester City, cuando hizo parte del cuerpo técnico del primer equipo por varios años. Entonces implementó, entre otras cosas, el trabajo físico con la pelota, lo que le valió que a partir de ese entonces lo llamaran “el recreacionista”.

Después demostró con números algo hasta entonces desconocido en nuestro medio: que un buen porcentaje de los goles que se marcan en el fútbol vienen de la pelota quieta y otro tanto a partir de balones aéreos dirigidos, jugadas que se fabrican con la buena utilización de los costados de la cancha. Por eso trabaja científicamente en ello.

Y es que en este mundo el que quiera romper el molde debe saber que siempre estará expuesto a la incredulidad. Los locos construyen los caminos que los sabios recorrerán más tarde, decía el filósofo italiano Carlo Dossi y este loco recreacionista ha implementado la rotación de nómina para que todos los jugadores tengan oportunidades. A este desquiciado le encanta enfrentar rivales de peso para salir a atacarlos, jamás se esconde y eso le ha costado alguna que otra goleada pero también innumerables títulos con los equipos que ha dirigido y gestas históricas, como cuando México le ganó a Alemania en un mundial.

Todavía recuerdo la primera vez que nos vimos, en una pizzería en Bogotá. Era diciembre de 2006 y el recreacionista terminó de rodillas encima de la mesa dibujando jugadas y variantes tácticas. Siente el fútbol con pasión, como solamente lo puede hacer un niño con su juego favorito.

La semana que terminó la prestigiosa revista 442 comenzó a publicar la lista de los 50 mejores entrenadores de 2018 en todo el mundo. Juan Carlos Osorio ocupa el puesto 46. Hablan de su polémico pero exitoso método y sus logros con México.

Quien dirija la selección de Colombia no solamente debe saber definir un esquema táctico. Hay que lidiar con los egos de los jugadores, la ambición de los empresarios, la prensa y su locura, los patrocinadores y 50 millones de hinchas. El recreacionista ya tiene mucha experiencia en todo eso. Ya merece que se cumpla su gran sueño.