Expofutbolistas 2009

Una exposición al mejor estilo de las ferias equinas que se hacen en nuestro país. En eso se convirtió el otrora Juventud de América. Un torneíto con diez equipos que engordaron a 20 peladitos a las malas para exponerlos con creces cada 48 horas frente al ejército de empresarios del mundo entero.

El resultado, aparte de la eliminación de Colombia, no puede ser peor. No hay una figura descollante en el firmamento para el fútbol suramericano. El negocio se convirtió en lo único importante, tanto que mataron a la gallinita de los huevos de oro. Partidos aburridos, exceso de individualismo en busca del contrato millonario, poco juego colectivo, muchas lesiones ocasionadas por la enorme cantidad de partidos y técnicos comprometidos con empresarios son sólo algunos de los factores que tendrán que hacer que los directivos del continente piensen en reestructurar la base.

En cuanto a Colombia, se suma el segundo fracaso consecutivo en la categoría, no clasificamos al mundial después de un proceso de año y medio en busca del equipo ideal, la norma del Sub 19, ahora Sub 18, ya no marca diferencia alguna. La búsqueda de basquetbolistas antes que futbolistas por la obsesión con la talla y el biotipo demuestra que por ahí no es el camino y, para completar, el técnico de la selección absoluta está comprometido pues este equipo lo armó él y lo más doloroso es que no hay presente ni por lo visto futuro, el fútbol colombiano cayó a lo más bajo de los últimos 30 años y a nadie parece importarle.

En Colombia como en Suramérica, a la gente del fútbol ya no le importa que los países sean representados en un mundial, que la bandera de un país se lleve con orgullo en una confrontación que pone de igual a igual a ricos y pobres. No señores, a los del fútbol les importa vender, vender y nada más. Que avisen si no van a cambiar para no gastarle tiempo a las competiciones entre selecciones. Parece que se les olvida que el fútbol sin aficionados sería como una exposición equina sin caballos, no existirían.