¿Grandeza perdida?

Cansado de ver en la tabla de posiciones criolla a mi equipo favorito navegar en el pantano de la mediocridad, me di a la tarea de buscar otros ejemplos en el mundo que me pudieran hacer sentir bien.

Nada mejor, y al mismo tiempo peor, que buscar y encontrar a alguien que esté en la misma situación de uno. Pasa en la vida, pasa en el fútbol.

Aunque definir cuál escuadra de fútbol es grande y cuál no es muy etéreo, pienso que la combinación entre títulos obtenidos e hinchada numerosa nos puede dar luces de lo que es un equipo grande. Es así como pensé que la situación de mi amado tormento era única en el planeta, pero no, hay muchos más en las mismas. Eso no les sube diez posiciones a los míos en la tabla, pero innegablemente me alivia.

En Inglaterra, Liverpool es 18 en la Premier League, un despropósito para los “reds”, que apenas pueden cantar Let it be. En Alemania, el actual subcampeón de la Champions League, Bayern Munich, se encuentra inexplicablemente en el puesto 12 de la Bundesliga, mientras en Brasil el equipo con más hinchas en el mundo, Flamengo, ocupa el deshonroso lugar número 15 en el Brasileirao. En Argentina, Boca Juniors es 14; Independiente, rey de copas, 17, y River Plate pelea el descenso.

Una desastrosa combinación de malos manejos directivos con deficiente manejo de la presión por parte de quienes responden en lo deportivo y decisiones apresuradas en momentos difíciles, hacen de estos equipos verdaderos hazmerreír en sus países.

Todo esto tiene su lado positivo, no siempre ganan los mismos. Antes se sabía desde la primera fecha, como en España hoy en día, quiénes eran los que iban a disputar el título. Hoy, un poco por mediocridad de los grandes y otro poco porque los chicos aprovechan y con menos dinero y menos presión que los históricos pueden hacer las cosas mejor más fácilmente, las cosas han cambiado.

¿Que los chicos ahora son grandes? Falta mucha historia por escribir para afirmarlo, lo cierto es la grandeza de los de siempre está perdida... y bien perdida.