Asegurar que Colombia dejó pasar una gran oportunidad de hacer historia en el Mundial de Rusia es parcialmente cierto. Inglaterra no está pintada en la pared; está llena de atributos que no son fruto de la casualidad, y hasta aquí solamente Colombia los hizo ver mal. Punto para los nuestros.
El método del técnico Southgate ya recogió sus frutos. Inglaterra es el campeón del mundo vigente en sub-17 y sub-20, con sus cinco volantes que en línea ocupan el ancho de la cancha, suben y bajan barriendo el campo entrelazándose entre ellos para cumplir con la doble función de no permitir que el rival los ataque y tejer rápidamente los ofensivas verticales, bien sea por los costados, con Young y Trippier, o por el centro, con Sterling y Lingard. Dele Alli y Henderson nunca abandonan a sus delanteros ni a sus defensas.
En la táctica fija han innovado. Esa fila india de cuatro y hasta cinco jugadores que hacen previamente a los cobros de los tiros de esquina, pegados entre ellos, que se desarma sólo cuando se produce el cobro, hace que sea muy difícil de referenciar por los defensas rivales. Casi siempre termina en gol (como contra Suecia) o en penal (como contra Colombia). Usan elementos distractores para sorprender con la pelota en movimiento de costado. Es decir, siguen siendo fieles a su fortaleza ofensiva, que es el juego aéreo, pero ahora lo trabajan de una manera diferente. Veremos quién es capaz de marcarlos sin sufrir goles en contra.
Atrás no sufren porque sus cinco volantes rara vez dejan desprotegidos a Walker, Stones y Maguire. Al igual que los delanteros, jamás están solos. A eso hay que sumarle la velocidad de Walker en los cierres y las enormes capacidades de su joven arquero, Jordan Pickford. Más allá de la superioridad en el planteamiento de Inglaterra ante Suecia, no se puede dejar pasar que los de Southgate tuvieron solamente dos llegadas de peligro y las dos terminaron en gol. Los suecos tuvieron tres y todas fueron resueltas de manera superlativa por el arquero del Everton.
Solamente Inglaterra fue capaz de someter a una Suecia que había superado escollos gigantes como el de Suiza y el de México. Incluso contra Alemania, sólo perdieron por un golazo de Kross en el último minuto. Es decir, los escandinavos tampoco eran cualquier
cosa.
A su vez, Colombia ha sido el único capaz de llevar hasta las cuerdas a Inglaterra. El partido con Bélgica no hay que contarlo, porque los dos lo jugaron con suplentes. De todos modos, entre más lejos llegue Inglaterra mayor dimensión tomará la manera como los nuestros batallaron su juego de octavos de final. Lo de Southgate y sus muchachos no es casualidad.
