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River y Boca jugarán la última final de la historia de la Copa Libertadores que se dispute a dos partidos, uno en la sede de cada equipo. A partir del próximo año el máximo trofeo de clubes del continente se definirá en un solo juego. La primera vez será en Santiago de Chile, como para que el cambio no sea tan drástico. A partir de 2020 se definirá en Estados Unidos, porque allá hay más billete para repartir. Además le incluirán equipos de Centro y Norteamérica. Así que a disfrutar de esta final, porque lo que viene es otro torneo que guardará el mismo nombre.
Uno entiende que la final se juegue a un solo partido. Por un lado, este es un deporte que depende cada día más de la televisión y menos de llenar las tribunas. Por otra parte, el espectáculo será más emotivo de esta forma. Las finales de ida y vuelta suelen dejar un primer juego triste, en el que se toman muchas precauciones para no dar ventajas de cara al juego definitivo.
Difícil sería para los hinchas de los dos finalistas llegar a otro país para llenar el estadio. En Europa uno coge un tren y está, en pocas horas y a un precio módico en el lugar que lo desee. Por eso las finales allá se ven llenas siempre. Aquí no hay tren y las aerolíneas de bajo costo todavía no lo son. Imagínense esta final, River contra Boca, en La Paz. Sería totalmente desnaturalizada. Pero bueno, uno se aguanta hasta ahí con algo de expectativa. Total, hay más gente en las pantallas del continente que en el estadio.
Pero a esto, según fuentes de la Conmebol, y cuando ellos están tanteando algo es porque ya está definido, le van a volver a meter equipos mexicanos y gringos y que además, para que ellos le metan la ficha y haya más dinero, la final se jugará en Estados Unidos.
Billete. Claramente están pensando en dinero y nada más. Eso no es bueno ni malo, es el mundo en el que vivimos. Por ahora vivamos la última final de estos tiempos que la vida nos regaló entre los dos equipos más reconocidos del continente, con varios colombianos a bordo y el picante que solo el fútbol suramericano tiene. Digámosle adiós con dignidad al fútbol de sudor y barro, a los cánticos desde las tribunas, al fútbol dramático y desmesuradamente importante. Véanla bien, guárdenla en su memoria porque no se repetirá jamás.
