Las locuras de Van Basten

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Antonio Casale
20 de enero de 2017 - 03:00 a. m.
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Eliminar el fuera de lugar, acabar con la prórroga, aumentar el número de cambios y hacer que la tarjeta amarilla incluya una sanción de cinco a diez minutos son algunas de las ideas que reveló el encargado del desarrollo técnico de la FIFA, el legendario holandés Marco van Basten, para hacer del fútbol un deporte más emotivo y espectacular.

Eliminar el fuera de lugar, acabar con la prórroga, cambiar la definición desde el punto penal por una tanda de cinco mano a mano con el portero, aumentar el número de cambios y hacer que la tarjeta amarilla incluya una sanción de cinco a diez minutos son algunas de las ideas que reveló el encargado del desarrollo técnico de la FIFA, el legendario holandés Marco van Basten, para hacer del fútbol un deporte más emotivo y espectacular.

Sin duda, la que más polémica genera es la de eliminar el fuera de lugar. Argumenta Van Basten que el fútbol se parece cada vez más al balonmano, en el que se pone una muralla humana delante del portero. Hasta cierto punto tiene razón, pero esta regla eliminaría de tajo cualquier posibilidad de que un equipo chico pueda ganarle a uno grande. En este deporte no siempre gana el que mejor ataca. Defenderse es una manera válida de jugar, y para algunas culturas, como la italiana, una forma apasionante de vivir el fútbol.

Eliminar el fuera de lugar haría que los equipos poderosos económicamente fueran invencibles. Bastaría con contratar a los mejores delanteros y para eso sólo se necesita una poderosa billetera. El fuera de lugar privilegia la creatividad, la recursividad y las infinitas posibilidades tácticas.
Aumentar el número de cambios también les daría más opciones a los entrenadores de mover sus fichas, pero, a la vez, al igual con la eliminación del fuera de lugar, les otorgaría una ventaja a los equipos poderosos. Sancionar con cinco o diez minutos de expulsión al jugador que reciba tarjeta amarilla haría que una mala decisión del árbitro tenga peores repercusiones.

En cambio, eliminar la prórroga suena lógico. El insoportable alargue de 30 minutos casi nunca es emocionante y, por el contrario, obliga a los equipos a tomar recaudos físicos durante los 90 iniciales. Asimismo, suena bien sustituir la definición por penales por una tanda de cinco mano a mano para cada escuadra, en la que el jugador del equipo A parte con la pelota a 28 metros del arco hasta enfrentarse en duelo con el portero para buscar marcar y en el que el arquero ganaría el enfrentamiento sólo con tocar la pelota. Supondría mayor emoción y premiaría las habilidades técnicas de los futbolistas, independientemente de sus características ofensivas o defensivas.

A Van Basten le pagan por llevar ideas y eso es lo que hace. Está bien pensar en acciones de mejora, pero en ese afán no se puede deshumanizar el fútbol. Lo que diferencia a este deporte de los demás, lo que hace que sea el movimiento cultural más importante de la era moderna, es justamente su simplicidad. Por el afán de ganar más dinero por derechos de TV al hacer de este deporte un espectáculo cada vez más gringo, que es lo que en el fondo buscan en la FIFA, no se puede atentar contra su esencia.

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