Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En medio de la lluvia de críticas que caen sobre nuestro fútbol, acrecentadas por el bajo rendimiento de nuestra selección, la falta de goles, el miedo a perder que hace que los partidos parezcan bostezos, los horrores arbitrales, la violencia entre barras y la falta de mínimas condiciones, como seguridad social para una gran cantidad de jugadores, busquemos lo bueno. ¡Qué difícil tarea!
Hernán Torres, entrenador del líder Tolima, no sé si vaya o no a ser campeón, pero hoy es líder sólido, lleva una buena cantidad de fechas en el tope de la tabla. Torres fue colero en el torneo pasado, le quitaron y le volvieron a dar el cargo en un lapso de veinte días a mitad de torneo, la gente no lo quería, el dueño del equipo lo aguantó porque no encontró otro hombre de confianza, se tragó todos los sapos, y el noble Torres nunca respondió con quejas ni con excusas. ¿Qué hizo? Salió de la “figura” del equipo, John Charria, armó un buen colectivo con poco dinero y entonces trajo diez refuerzos complementados por algunos jugadores ascendidos de las divisiones inferiores. Lo anterior, sumado a una buena pretemporada, fueron factores determinantes para que hoy el vilipendiado Torres les esté callando la boca a todos, porque a falta de muchas fechas, tiene la clasificación prácticamente asegurada y su escuadra juega el mejor fútbol del campeonato.
El científico del gol, Carlos Darwin Quintero, parece un delantero de la década pasada, de esos que teníamos por montones y que hoy desaparecieron. Es el único jugador colombiano que se atreve a hacer algo diferente, desborda, gambetea, inventa. Valió la pena que el Pereira invirtiera una gruesa suma de dinero para recuperar a este pequeño gigante que se convierte en luz de esperanza para nuestra selección Colombia, ojalá el técnico Lara así lo entienda.
Los equipos que están comprometidos con el descenso, salvo Envigado, están peleando la parte alta del campeonato, lástima que como buen estudiante colombiano, hayan tenido que esperar al examen final para intentar pasar el año, pero Júnior, Pereira y el mismo Bucaramanga han mostrado otra cara, haciendo más competitivo el torneo.
El regreso del Bolillo Gómez al fútbol colombiano. Le ha puesto orden táctico a su equipo, Santa Fe, sirviendo de espejo a muchos otros. Aunque su fútbol todavía no sea vistoso, alcanza para dar resultados y fortalecer nuestro rentado en lo táctico.
Las cosas buenas de nuestro fútbol son como los fantasmas, nadie cree en ellos, pero que los hay, los hay.
