Locos como Bielsa

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Antonio Casale
20 de febrero de 2017 - 02:00 a. m.
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Existen entrenadores como Marcelo Bielsa, que van más allá de los resultados. Se salen del molde que exige el mundo de hoy, en el que los buenos son los que ganan y los malos los que pierden. Pero Bielsa es de otro corte. Pero entre ellos Bielsa es el más loco, o ¿cuerdo? Acaba de firmar contrato con el Lille francés. Hace un par de años dirigió al Marsella, que si bien es el club más popular de ese país, cuenta con un presupuesto limitado al lado del que pueden invertir el PSG o el Mónaco. Tanto el Marsella como el Lille tienen que apostar a proyectos quijotescos si quieren hacerles cosquillas.

Bielsa se ha negado a dirigir en clubes donde sobra el dinero y el único objetivo es ganar como sea. Tampoco ha ido a donde no hay la infraestructura necesaria para construir su idea. No olvidemos que esa fue la razón por la que se negó a dirigir a Colombia antes de que Pékerman firmara. En aquella época no había ni sede propia para las selecciones nacionales.

Además, Bielsa no es el tipo de técnico que agrade a los directivos con ansias de protagonismo. Al argentino le gusta meterse hasta en el más mínimo de detalle. Alguna vez se fue a los golpes con el encargado de la remodelación de la sede del Athletic de Bilbao porque las cosas no estaban quedando como él quería. El Loco tiene autocrítica. Aquella vez, al caer en cuenta de su error, se fue a la comisaría e instauró una denuncia contra… él mismo. Después, el propio Marcelo contó la historia a la prensa, que boquiabierta no creía lo que estaba oyendo.

El método es todo para Bielsa. Le gusta el fútbol ofensivo, vertical, de rápidas transiciones, pero que sea capaz de sorprender siempre. Para eso estudia a los rivales como pocos. Pasa noches enteras analizando videos e incluso, cuando estaba al frente de la selección de Chile, iba a la cancha de entrenamiento a las dos de la mañana, prendía las luces, ubicaba los conos y empezaba a imaginar jugadas.

No está loco, es un apasionado por su oficio. Ojo: no es lo mismo ser apasionado que obsesionado por el resultado. Bielsa vive más tranquilo que la mayoría de entrenadores porque sabe que lo que importa es la manera de buscar la cosas, por eso disfruta el camino. Tal vez sea difícil entender y compartir su filosofía, pero al final es sensata. La resume el cantante uruguayo Jorge Drexler en una de sus canciones más bonitas: amar la trama más que el desenlace. Me gusta la filosofía Bielsa. Desde ya me declaro seguidor del Lille y espero ansioso el comienzo de la temporada. Los poderosos PSG y Mónaco van a tener que sufrir más de la cuenta, ya verán.

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