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Según diferentes análisis que se han hecho alrededor del mundo para estimar cuáles son los deportes más populares del planeta, encontramos varias sorpresas para los colombianos.
Es evidente que el deporte rey es el fútbol, que cuenta con 3.500 millones de seguidores. Sorprendentemente el segundo es el cricket, con 2.500 millones de fanáticos repartidos entre Asia, Australia y el Reino Unido. Le sigue el hockey sobre hierba con 2.000 millones en los mismos lugares del anterior más Europa y Argentina. Más atrás se encuentra el tenis con 1.000, la mayoría de ellos en Europa, Asia y América. El quinto es el voleibol con 900 millones, los mismos que el tenis de mesa. Béisbol con 500, golf con 450, baloncesto con 400 y fútbol americano con una cifra parecida cierran la lista. Venida a menos, la Fórmula Uno es vista por unas 350 millones de personas al año.
En cuanto al ciclismo, junto al fútbol los más relevantes en nuestro país, es igualmente importante en España, Francia e Italia. Asimismo, en Holanda y Bélgica la vida nacional está ligada a una bicicleta. En el Reino Unido es cada vez más popular gracias entre otras cosas a los triunfos de Froome. Sin embargo, a la hora de la sumatoria no está entre los diez deportes más populares.
Lo anterior no le quita mérito a ninguno de nuestros campeones en sus respectivas disciplinas. Por el contrario, gracias a Nairo, Mariana, Caterine, James, Montoya, Rentería y compañía, hoy los niños tienen muchos ejemplos para seguir y de esa manera poder multiplicar exponencialmente los logros del presente. Ellos nos han enseñado que los imposibles no existen.
Pero la lista de los diez deportes más populares del mundo nos indica que apenas hemos tenido grandes exponentes en fútbol y béisbol. No se trata de apostarle al cricket ni al hockey sobre hierba, tardaríamos muchos años en desarrollarlos. Sin embargo, llama la atención que todavía no hayamos producido un tenista Top 10 en sencillos o un gran equipo de baloncesto. El voleibol también brilla por la ausencia de resultados. Con la gran variedad de biotipos con la que contamos gracias a nuestra geografía y un buen trabajo podríamos lograrlo. Valdría la pena planearlo y ejecutarlo. Materia prima, está demostrado, hay de sobra.
