No demoran en anunciar un nuevo remiendo para que suban otros dos equipos históricos a la A. No sé si lo lleguen a hacer, pero sé que la idea pasa por la cabeza de varios directivos.
El caso es que en vez de aumentar hay que reducir. Está visto que un torneo con veinte equipos pierde nivel, se ven muchos partidos con poco atractivo y la gente ni volvió al estadio ni los ve más por televisión.
Entre estos veinte equipos hay muchos sin afición, que obedecen a negocios particulares cuya intención única es vender jugadores, y entre los grandes, son bastantes los que lo hacen decididamente mal.
El cero a cero es un marcador que se repite cada vez más seguido, pues los técnicos para preservar su puesto y ante las escasas nóminas que les arman, apuestan por dispositivos tácticos que buscan no perder antes que ganar. No en vano este es el torneo con menor promedio goleador de la historia de los campeonatos cortos.
Son pocos los clubes que, como Alianza Petrolera, apuestan por convertirse en referentes de su región, por la formación de un proyecto deportivo serio que les permita construir hinchada a partir de un equipo de fútbol que se ha tomado muy en serio esto de estar en la A.
En cambio, otros como Cúcuta, Uniautónoma, Chicó y Jaguares dan pena. Sus pobres jugadores intentan aprovechar la palomita en la primera división para mostrarse y así poder progresar a través de algún negocio que les signifique a sus jefes algunos pesos. Pero su aporte a la primera división es nulo. Algunos intentan sobrevivir en la A, otros, como el Cúcuta, sin ponerse rojos de la pena, van derecho a la B, un lugar en el que representan un mejor negocio para sus dueños pues gastan menos dinero en nómina y reciben la misma plata por parte de la Dimayor en cuanto a derechos de TV. Suficiente para sus accionistas, muy poco para la afición de una ciudad que, como Cúcuta, es netamente futbolera.
Se que es difícil, imposible si se quiere, esperar decisiones que privilegien el fútbol por parte de la Dimayor. Pero le harían un bien al balompié colombiano, fuente de entretenimiento como pocas en este país, reduciendo la primera división a 14 o 16 equipos. Así el nivel sería mejor en la élite e incluso la B cobraría importancia. Pero seamos claros, eso no va a pasar y, por el contrario, quieren seguir aumentando. Como si los cuadrangulares de enero para subir a Cúcuta y Tuluá no hubieran sido una de las peores vergüenzas de la historia de nuestro deporte rey.