Brillan por su ausencia las propuestas serias por parte de los candidatos a la Presidencia de la República en torno al deporte.
Durante las últimas semanas, en el programa 'El Alargue', de Caracol Radio, los aspirantes 'contestaron' interrogantes sobre el tema y la verdad es que poco o nada concreto hay al respecto.
Rafael Pardo, candidato del Partido Liberal, es el único que cuenta con un plan claro acerca de la legalización del fútbol. Entiende que el balompié colombiano está soportado sobre una estructura que no es totalmente transparente, pero el fútbol no es la única disciplina que debería interesar al país.
Para Gustavo Petro, del Polo Democrático, el deporte debe formar parte de su modelo de educación para lograr la paz, pero sus ideas muestran un desconocimiento total del plano deportivo y su realidad.
En cuanto a Antanas Mockus, no fue posible entender sus respuestas de manera concreta. Desde su campaña informaron en un principio que no hay un plan estructurado en torno al tema. Al menos fueron honestos y aceptaron que el deporte no forma parte de su agenda.
Los demás respondieron por responder. Nada serio ni esperanzador alrededor del fútbol profesional, los retos olímpicos ni el deporte como instrumento de paz. Parece que ninguno se dio a la tarea de investigar sobre la importancia de la actividad deportiva en la solución de conflictos en otros países.
Como están las cosas, nos esperan otros cuatro años de un país sin un norte claro en este campo, maximizando los pocos recursos asignados a Coldeportes en una nación que se resiste a buscar otras alternativas de paz, y todo porque el grueso del presupuesto seguirá siendo destinado a financiar la guerra.
El deporte seguirá siendo una vía de escape a la pobreza, a cuya autopista es casi imposible de acceder y nuestros triunfos estarán supeditados a las aptitudes excepcionales de algunos pocos, quienes sabrán de nuestros gobernantes apenas el día que, tras lograr un milagro deportivo aparezcan para entregarles sonrientes una casa frente a las cámaras; o a los resultados que en pocas disciplinas, como el tenis, sean consecuencia del apoyo de la empresa privada.
Se les olvida a quienes aspiran a gobernarnos que el deporte representa una inigualable manera de buscar y encontrar la excelencia en todos los campos, debería ser además un instrumento para alejar a nuestros niños de las armas, las drogas y otras actividades que hoy nos impiden soñar con un futuro mejor. Si la realidad deportiva de una nación representa su grado de desarrollo, calculen el nuestro.
