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Si vas ganando…

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Antonio Casale
12 de junio de 2016 - 08:21 p. m.
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Cuando era niño mi profesor de tenis me decía repetidamente algo que me ha servido para el deporte y para la vida: “Si vas ganando, no cambies el juego”.

Todo iba bien con el recambio generacional de la selección. Cuatro partidos consecutivos (Bolivia y Ecuador en eliminatoria, EE. UU. y Paraguay en Copa), con grandes pasajes de buen juego y buenos resultados, así lo demostraron.

Llama la atención que justo cuando el país futbolero comenzaba a entusiasmarse con esta nueva idea, Pékerman haya cometido el error, casi infantil para un líder de su tamaño, de hacer diez cambios para un partido de Copa América.

Muchos le creímos, me incluyo, cuando nos presentaron la formación que enfrentaría a Costa Rica. Pékerman trabaja con ellos todos los días y seguramente los vio tan bien que los mandó a la guerra sin protección. Pero la realidad nos demostró que Colombia tiene once titulares y tres o cuatro suplentes a la altura del tercero del ranquin FIFA. Al resto de muchachos hay que acercarlos de a poco, protegidos por los estelares siempre, tal como se hizo en los juegos con Bolivia y Ecuador.

Se le abona la valentía a Pékerman, pero no podemos celebrarle todo. Ya lleva varios años en nuestro país y debería tener claro que nuestro entorno no admite tintas medias. Muchos de los pelaos que jugaron el sábado contra Costa Rica han quedado con el morral de la duda a cuestas, una carga difícil de llevar para el futuro.

El error cometido el sábado se puede quedar ahí, pero también puede costar muy caro, no sólo en lo que queda de Copa sino también en la consolidación de siete u ocho jugadores jóvenes.

Es cierto que en el Mundial, para el partido con Japón que Colombia ganó con ocho cambios en la titular, nadie dijo nada. Más allá del resultado, hay que tener en cuenta que tres jugadores del equipo titular se mantuvieron desde el comienzo. David Ospina, Sánchez y Cuadrado rodearon a los entonces suplentes, que además ya eran jugadores curtidos por la experiencia, a diferencia de la mayoría de los que actuaron ante Costa Rica. La idea de darles minutos a los jóvenes nunca será mala, pero la evidencia demostró que el experimento funciona mejor si van a la cancha rodeados de jugadores como James, Cuadrado y Cardona.

Pékerman cambió el juego que le estaba dando resultados. Desestimó el clima favorable que le estaba entregando un equipo titular que apenas está en formación. Si bien es cierto que no debemos dramatizar por lo ocurrido, las alarmas se prendieron de nuevo. Ojalá no salga caro.

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