Después de ver la gran actuación de Chile ante México y con las dudas suscitadas como consecuencia del partido de Colombia ante Perú, muchos tienen miedo de lo que pueda pasar el miércoles.
Es verdad que Chile tuvo su mejor presentación en mucho tiempo ante el equipo de Osorio. Su poderío ofensivo, que parecía confundido desde la llegada de Pizzi al banco, reapareció y el equilibrio, materia pendiente en tiempos de Sampaoli y Bielsa es cada vez más consistente.
Pero no son muchas las jornadas en que un equipo genera once opciones de gol y logra anotar siete. Además, México le facilitó la vida a Chile. Sus defensas, de manera extraña, se convertían en estatuas cuando los rivales pisaban el área, dejando a Ochoa mano a mano con sus verdugos en casi todas las opciones.
Chile ha venido de menos a más en esta Copa. Perdió con Argentina, mostrando su peor expresión en mucho tiempo. Le ganó a Bolivia sobre el final como consecuencia de un penal dudoso y apareció con una mejor propuesta ante Panamá, que también les hizo la vida fácil. Chile parece ir al ritmo de Arturo Vidal, sin desconocer todas sus variantes ofensivas, y el ocho no estará ante Colombia. No es un dato menor. Pero también se puede mirar desde otra óptica no menos cierta: el partido de Chile contra México fue la excepción en medio de una Copa irregular para ellos.
Colombia, si bien no encontró espacios para atacar ante Perú, en parte por el buen partido de los de Gareca, sí mejoró notablemente en el filtro en el medio. Sánchez y Torres aseguraron esa zona y los defensas nuestros rara vez jugaron mano a mano con los delanteros rivales. Contra Chile, James, Cuadrado y Bacca tendrán que ser menos ansiosos y Cardona no debe entender que él es la pausa en el ataque. Chile, a diferencia de lo que planteó Perú, va a buscar al equipo de todos porque esa es su naturaleza, al igual que la de Colombia. Por mucho que hayan mejorado los dos en equilibrio, son propositivos y cuando eso sucede se entregan espacios en la retaguardia.
No hay que temer a los chilenos. Colombia deberá hacer su juego tranquilo. Jugarán dos equipos parecidos en cuanto a la explosión vertical en ataque y los problemas atrás son similares para ambos, pasan por el juego aéreo. Será un partido abierto, con muchas opciones de lado y lado, emocionante. ¡Vamos que se puede!