Todo cambiará

Según un estudio de la Universidad de Setton Hall, el 72 % de los estadounidenses solo volverían a un estadio para ver un espectáculo deportivo cuando todos estemos vacunados.

Los máximos directivos de todos los deportes se reúnen todas las semanas para hacer cálculos, a la de Dios, sobre cuándo y cómo volver a sus respectivas competencias. Eventos como Wimbledon se han cancelado; otros, como el Tour de Francia, se aplazan y algunos intentan mantener sus fechas. Todos están, estamos, a ciegas, sin certezas.

Lo que es verdad es que la vida no volverá a ser como antes y el deporte no será la excepción. Todo apunta a que se acelerarán procesos. Los grandes eventos deportivos se estaban convirtiendo en espectáculos para la televisión desde antes. Los escenarios cada vez tenían menos aforo, las entradas eran cada día más costosas y asistir a los grandes shows era todo un lujo. En Colombia, los estadios se veían cada vez más vacíos, en parte porque los horarios de los partidos, de un tiempo para acá, los imponía la televisión de acuerdo con sus intereses y eso era normal. Total, los de la televisión son los que ponen el dinero.

Será muy difícil volver a ver gente en los estadios del mundo por lo menos en lo que falta de este año y, si no aparece vacuna, buena parte del otro. En cuanto al fútbol, la ausencia de taquillas golpeará fuertemente el presupuesto de quienes llevaban gente a los escenarios. Tendrán que buscar maneras de suplir este ingreso; mientras lo logran pasará un tiempo largo. En consecuencia, los grandes salarios y las millonarias contrataciones serán cosa del pasado. Con suerte, la ley del trueque prevalecerá mientras se recuperan los clubes. Muchas instituciones deportivas que estaban quebradas terminarán desapareciendo y al final tendremos ligas, en todos los deportes, con menos equipos; pero, eso sí, más niveladas. Los ricos ya no lo serán tanto y los pobres que sobrevivan no estarán tan lejos de la parte alta.

La gran ganadora de esta crisis será la televisión. Estará por verse si prevalecerá el modelo de televisión por suscripción tradicional o el de pagar por ver ciertos torneos.

Pero hay deportes —como el tenis, la Fórmula Uno o el ciclismo— que sufrirán más de la cuenta. Con fronteras internacionales cerradas y el pánico generalizado entre la población, los deportes más globalizados tienen en veremos su existencia, al menos como la conocemos.