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Verdades absolutas

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Antonio Casale
01 de abril de 2012 - 09:03 p. m.
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En materias humanistas no existen las verdades absolutas y el fútbol no es la excepción. Quienes pensamos que los procesos, por dolorosos que sean, deben respetarse y hay que darles tiempo, parecemos equivocados.

Al menos tres casos recientes así lo demuestran. Si bien es cierto que los balances se sacan al terminar las campañas, de momento muchos hinchas sonríen gracias al cambio de entrenador de sus equipos, lo que parecía imposible hace unos meses.

El caso más llamativo en el mundo lo representa el Chelsea. Hace menos de un año llegaba el prometedor André Villas-Boas. No supo manejar el grupo hasta que se le reventó. Cuando se fue, el equipo aparecía en mitad de tabla en la liga inglesa y a duras penas había accedido a la segunda ronda de la Champions. Poco para uno de los clubes más ricos del mundo. Pero al mando del hasta hace poco interino Di Matteo, los de Stanford Bridge ya están cerca de clasificación a competiciones europeas y tienen un pie en semifinales de Champions. Además, luce alegre, convencido y suelto en la cancha.

Pero en Colombia hay dos casos más. El de Comesaña en el Cali es el primero. Invicto desde su llegada, el experimentado uruguayo acude a la más simple de las estrategias: escuchar a sus jugadores, entregarles la confianza a capos como Faryd Mondragón de liderar al grupo en la cancha y desplegar un juego simple mientras la crisis se va.

El DIM de El Bolillo también ha cambiado la cara. Los triunfos en los dos clásicos han logrado que el rojo de Antioquia salga por ahora de posiciones de descenso. Gómez, entendiendo que la nómina con la que cuenta es muy corta, ha optado por jugársela con la suya, un equipo sólido en defensa, que funciona como colectivo y que recurre a individualidades para sacar resultados.

Mourinho dijo alguna vez que los cambios de técnicos en un principio deben traer resultados. Pero que después, al caer a la realidad es cuando se ven los verdaderos resultados. De momento, los números avalan a quienes dieron timonazo en la dirección técnica de sus escuadras. En el fútbol no hay verdades absolutas.

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