El gobierno de Iván Duque ha mostrado prácticas cuestionables y repetitivas durante su mandato. Se podrían resumir en dos. Por un lado, comportamientos endogámicos burocráticos. Por ejemplo, al ministro de Hacienda Carrasquilla lo reemplazó con un ministro de otra cartera. O, más recientemente, se nombró a Carmen Ligia Valderrama, quien se desempeñaba como viceministra de transporte, como nueva Min Tic. Como este hay múltiples casos. Incluso el de la vicepresidenta que, a la vez, es la Canciller de la República. Esto le ha impedido al gobierno abrirse a otros sectores políticos o visiones de sociedad y lo que ha hecho es encerrarlo en un caparazón pequeño.
El otro comportamiento, además de la endogamia, es la alta tolerancia a la corrupción. Por ejemplo, ha mantenido al director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres a pesar de los 3 escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelto. También, mantuvo durante varias semanas al exembajador Sanclemente a pesar de la narcofinca. Igualmente, mantuvo a Carrasquilla cuando se reunió con parapolíticos en su oficina. Y claro, mantuvo durante semanas a la exministra Abudinen a pesar de la perdida de los 70 mil millones de pesos. Lo dramático del asunto es que los mantiene a un costo alto: las encuestas los terminan castigándolo a él y a su gobierno. De hecho, su famoso lema “el que la hace la paga” quedó en el olvido luego de tanta tolerancia.
El nuevo capítulo lo escriben los Papeles de Pandora. La pregunta es: ¿Mantendrá el presidente Duque al director de la DIAN a pesar del escándalo? ¿Por cuanto tiempo lo mantendrá y, sobre todo, cuál será el costo político que asumirá Duque de esta defensa? Seguramente saldrá castigado de nuevo en las encuestas y la institucionalidad del país se verá afectada.
No debe olvidarse que, actualmente, Colombia atraviesa una crisis de legitimidad política sin precedentes, la imagen desfavorable del presidente Iván Duque en Bogotá es igual a la imagen desfavorable del ELN en el país. La imagen negativa del congreso o la rama de la justicia muestran una crisis de legitimidad profunda. Y, ahora que el encargado de perseguir a los evasores de impuestos salga salpicado en un escándalo como los Papeles de Pandora traerá un costo alto para el gobierno.
En todo caso, la historia y los comportamientos del presidente indican que la endogamia y la tolerancia a la corrupción son los grandes emblemas de la administración del Centro Democrático y, a menos de un año de terminar su gobierno, nada indica que esto vaya a cambiar. La pregunta es por el impacto en el largo plazo y las consecuencias sobre el mapa electoral del 2022.