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Tres meses del paro nacional: ¿qué fue lo que pasó en Cali?

Ariel Ávila
22 de julio de 2021 - 05:00 a. m.

Han pasado casi tres meses desde el inicio del paro nacional, el cual marcó un estadillo social sin precedentes en la época reciente del país. Son varias las preguntas que rondan a expertos, políticos y empresarios. ¿Qué fue lo que pasó en Cali? ¿Por qué nadie previó lo que sucedió luego del 28 de abril? ¿Qué fue lo que pasó en el Puesto de Mando Unificado (PMU) entre la Alcaldía y la Fuerza Pública?

Tal vez la conclusión es que en Cali confluyeron múltiples crisis, también hubo oportunistas en medio de las protestas y una reacción compleja de las autoridades. Se puede hablar de tres grandes crisis. La primera es la económica. A continuación, se muestra la incidencia del desempleo en Cali entre 2019 y 2020.

Tres meses del paro nacional: ¿qué fue lo que pasó en Cali?

Es sobre estas zonas pobres donde se ubicaron los denominados puntos de bloqueo o puntos de resistencia. La protesta en Cali parece tener cara de hambre.

Pero donde más pegó el desempleo fue en las mujeres y jóvenes, como en todo el país. La siguiente gráfica proporcionada por el Dane muestra los estragos de la crisis económica. En Cali, el desempleo llegó en 2020 al 29%. Uno de los más altos del país. Los jóvenes no tienen ni empleo, ni posibilidades de estudio.

Pero, también, Cali fue de las ciudades donde más se incrementó la pobreza. La pobreza monetaria creció en Cali entre el 2019 y el 2020 de una manera acelerada:

- Es la cifra de pobreza monetaria más alta de la última década: 817.700 personas pobres.

- Se perdió todo el avance de reducción de pobreza en las personas que vivien en Cali pasando del 21,9% en 2019 al 36,3% en 2020.

- En este periodo 326.813 entraron a la pobreza monetaria.

La siguiente gráfica muestra la magnitud del desastre, tanto en Cali, como en la mayoría de ciudades del país. Nótese cómo Cali y Bogotá son las ciudades donde más creció la pobreza monetaria.

El siguiente cuadro muestra la evolución de la población en pobreza monetaria. Nótese cómo entre 2019 y 2020 casi 400.000 personas pasaron a estar en pobreza monetaria. En Bogotá, también el crecimiento fue increíble.

La pobreza extrema también aumentó de manera escandalosa, pasó del 4,7% en 2019 al 13,3% en 2020: previo al paro nacional había en Cali 300.000 personas en pobreza extrema. A continuación, se ven los datos. El retroceso en Cali y en el país es inmenso.

A la crisis del hambre y desempleo se le suma la crisis de la violencia. Cali está rodeada de incendios. Por ejemplo, en Jamundí, a tan solo unos minutos de Cali, hay cultivos de hoja de coca y laboratorios de procesamiento de coca. El norte del Cauca se desangra en una guerra desde hace varios años y debido a las múltiples guerras del Pacífico se cree que decenas de narcotraficantes han llegado a refugiarse en Cali. Con ellos el mercado de armas está a la orden del día. De hecho, durante la segunda semana y tercera del paro nacional en Cali y Pereira hubo escasez de armas según investigaciones de la Fundación Paz y Reconciliación.

La tercera crisis, la que no se solucionó, fue la de las manifestaciones de 2019. Luego de dos semanas de haber iniciado el paro nacional la capital del Valle del Cauca tenía más de una veintena de puntos de bloqueo o resistencia. Los alrededores de Cali también estaban bloqueados, tal como lo muestra el siguiente mapa. Como en todo el país, lo que se pudo establecer es que muchos jóvenes fueron construyendo relaciones desde 2019 y eso se activó en 2021.

El 28 de abril, según las investigaciones realizadas por la Fundación Paz y Reconciliación, dos días antes en un Consejo de Seguridad realizado por las autoridades, nadie previó lo que iba a suceder el 28 de abril. De hecho, una de las quejas de muchos funcionarios es que los organismos de inteligencia no informaron nada. Incluso, un día antes de las movilizaciones el alcalde de Cali escribió lo siguiente. Al igual que el resto de los mandatarios pidió no marchar debido a la pandemia y fue el segundo alcalde del país en pedir al gobierno de Iván Duque retirar la reforma tributaria.

El 28 de abril a las 9 de la mañana las autoridades reportaron una gran cantidad de personas en las marchas, muchas más de las esperadas. A las 10:30 a.m. la ciudad comenzaba a incendiarse. Horas después el saldo era el siguiente: 41 estaciones del MIO dañadas, de las cuales 11 incendiadas, 51 entidades financieras agredidas. Y el comienzo de la formación de los puntos de bloqueo.

Desde ese día y, al menos, por dos semanas Cali vivió días complejos, sobre lo que aún hoy pocos se atreven a dar conclusiones tajantes. El presente texto hace parte de una investigación larga de la Fundación Paz y Reconciliación. Esta fue la primera entrega de tres. La conclusión inicial es que la protesta en Cali tiene cara de hambre y desesperanza.

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Andrés(wszbb)25 de julio de 2021 - 01:46 p. m.
A esta columna le hace falta una parte de la historia. La ciudadanía caleña estaba cansada de la politiquería de Jorge Iván Ospina, también hay que recordar que el alcalde acabó con el programa "Tratamiento Integral de Pandillas", jóvenes a los que Armitage les había dado oportunidad de resocializarse brindando atención psicosocial y oportunidad de formación y empleo.
javier(96673)23 de julio de 2021 - 03:29 a. m.
Es claro que el hambre produce ira. Pero estas cosas pasan desapercibidas para "la gente de bien" y el gobierno que las protege.
Felipe(94028)22 de julio de 2021 - 11:42 p. m.
Siendo todo cierto, ¿por qué nunca se habla de sobrepoblacion?. Cali no ha podido absorver el crecimiento exponencial de habitantes venidos de otros lugares y unas tasas de natalidad explosivas en las zonas más pobres. Añadimos venezolanos y la dinamita está servida. Cali no puede soportar 1 millón de habitantes, como para tener 2,6. Es imposible, no hay cama para tanta gente y todos pobres.
  • Felipe(94028)22 de julio de 2021 - 11:52 p. m.
    Como decía Duperly: "el problema no es que sean pobres, ¡es que son muchos!". No hay en Cali ni infraestructuras, ni vivienda, ni tejido productivo o empresarial que pueda recoger un movimiento migratorio tan grande ni una natalidad desbocada. No hay ni recursos, ni industria ni otra actividad económica que pueda soportarlo en un país departamento o ciudad pobre y desestructurado.
Periscopio(2346)22 de julio de 2021 - 02:38 p. m.
Como crítico Ariel Ávila no solo es un excelente periodista sino también un excelente talabartero, porque deja a los puros cueros al cartel uribista del CD. Después de leer ésta columna cabe preguntarse: ¿Hay acaso alguien vinculado con AUV que no tenga vínculos con el narcotráfico? Dime con quién andas y te diré quién eres.
tuopinioninsolente(29421)22 de julio de 2021 - 10:18 p. m.
Muy concluyente su articulo, con informacion vraz ,cierta . Y asi este degenerado subpresidente con su desfachatez dice que aqui solo hay vandalos...
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