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¿Tercera guerra mundial?

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Arlene B. Tickner
16 de febrero de 2022 - 05:05 a. m.
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A casi 60 años de la Crisis de los Misiles, que puso el mundo al borde de una confrontación nuclear, el conflicto entre Rusia y Occidente en torno a Ucrania plantea inquietudes similares acerca de los riesgos de una tercera guerra mundial. Sin saber aún cuál será el desenlace de este crítico episodio, la inamovilidad que ha caracterizado las posiciones de las partes, así como las estrategias de disuasión adoptadas por ellas – en especial la movilización de tropas y de fuerza naval y aérea en la zona – aumenta la probabilidad de errores de cálculo y de escalamiento por más que se trabaje en simultánea en la búsqueda de alguna salida diplomática.

Tanto Putin como buena parte de la población rusa consideran que la expansión de la OTAN hacia Europa del Este y Eurasia plantea una amenaza existencial además de una negación humillante del lugar histórico de Rusia en el mundo como gran potencia. De ahí que Putin ha exigido una garantía explícita de que el organismo deje de admitir nuevos miembros como Ucrania (y Georgia) y cese su actividad militar en las exrepúblicas soviéticas. Estados Unidos y la OTAN han rechazado este ultimátum como una intromisión inaceptable, negando de paso las preocupaciones de seguridad rusas al verse poco a poco cercada por Occidente. Hasta que no se sorteen alternativas de solución que ofrezcan a ambos lados la posibilidad de desescalar las tensiones sin perder credibilidad doméstica e internacional, es difícil imaginar cómo superar el impase descrito.

Aunque la actual crisis se resuelva satisfactoriamente, plantea –como la de los Misiles en su momento– la aterradora posibilidad de que los mecanismos diseñados para evitar cualquier enfrentamiento violento entre potencias nucleares como Estados Unidos y Rusia puedan fallar. En general, el manejo del riesgo de aniquilación masiva creado por las armas nucleares sigue reflejando las mismas premisas contradictorias de la guerra fría: por un lado, ante la destrucción mutua asegurada, ningún actor “racional” estaría dispuesto a escalar un conflicto hasta el punto de tener que usar dicho armamento; y por el otro, para que la disuasión surta efecto, debe haber –pese a lo anterior– una amenaza creíble de que el uso de armas nucleares no está descartado. De ahí las insinuaciones de Putin sobre el espectro de la guerra nuclear.

Dada la estrecha integración que se observa hoy en los planes bélicos de países como Estados Unidos y Rusia entre el arsenal nuclear y no nuclear, y los instrumentos militares y no militares, como los ciberataques, los caminos al escalamiento se han multiplicado. En el caso específico de Ucrania, el grado existente de tensión e incertidumbre hace que cualquier provocación intencional o accidental pueda causar un deterioro rápido de la situación que es difícil de frenar. Así, si algo nos debe enseñar esta coyuntura, es que las armas nucleares no tienen razón de ser en las sociedades que se consideran “racionales” y “civilizados” y que mientras existan, no hay alternativa viable distinta a la diplomacia.

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anselmo(12946)26 de febrero de 2022 - 03:13 p. m.
Eso no se da porque ambas partes tienen armas de dustrucción masiva, de ahí que lo hacen en terceros países donde los directos perjudicados son otros. Aunque todo es posible cuando se trata del poder y la riqueza, donde el ser humano es el ser mas irracional de la naturaleza.
FERNANDO(38729)18 de febrero de 2022 - 04:44 p. m.
Rusia tiene razón en temer la expansión de la OTAN hacia el este, recordemos que dos veces ha sido invadida por países de occidente: Francia y Alemania. Fue engañada porque se le prometió a Gorbachov, la no expansión de la OTAN y no le cumplieron, ahora la insensatez de EEUU y de Europa, puede propiciar una guerra mundial. Ucrania debe renunciar a ser de la OTAN, pero ser socio de la Unión Europea
Atenas(06773)16 de febrero de 2022 - 07:47 p. m.
¡El síndrome de Caín y Abel aún mucho ha evolucionado! Ya no hay usos de quijadas de burro, sino más bien muchos burros a punto de subirse al tren de la destrucción masiva. Y siendo Putin todo un macho cabrío q’ cuánto le encanta exhibirse, yo mejor me aseguro con una cauchera q’ sería el arma más sofisticada en la subsiguiente guerra.
George(98053)16 de febrero de 2022 - 07:39 p. m.
A propósito, hoy es el día que Joe Biden predijo que Rusia invadiría a Ucrania. Parece que Biden esta dedicado a leer la bola de cristal, el tarot, el tabaco y la taza de te, esta dedicado a predecir el futuro. Quien ve al viejito ahora se las da de adivino.
Lalo(70277)16 de febrero de 2022 - 07:23 p. m.
Se nota un poco de histeria en la columnista. Ninguno va a usar armas nucleares contra el otro porque también las van a usar contra él. Lo de los errores de cálculo parece más un argumento infantil. Las armas nucleares, excepto las usadas por los EE. UU. para causar un genocidio en Japón, tienen una función netamente disuasiva. Putin tiene toda la razón en defender su espacio vital
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