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La lección de Venezuela


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Armando Montenegro
25 de agosto de 2024 - 05:05 a. m.
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Es difícil ser optimista sobre el futuro de Venezuela. Cuatro semanas después del fraude en las elecciones presidenciales, a pesar de las manifestaciones masivas y las protestas de algunos gobiernos, Maduro y sus secuaces, apoyados por las fuerzas militares y sus brutales aparatos de represión, siguen atornillados en el poder. Y seguramente seguirán atornillados por algún tiempo.

La dictadura que encabeza Maduro es muy distinta a la del patriarca latinoamericano descrito por García Márquez. Según la caracterización de Anne Applebaum, el gobierno venezolano es una autocracia típica del siglo XXI. Se trata de una compleja organización criminal, enemiga de la democracia y la libertad, que controla fuerzas militares y paramilitares, se apoya en expertos en inteligencia y propaganda, domina jueces y congresistas, opera como una cleptocracia y se vale de complejas redes de corrupción para solidificar lealtades y enriquecer a sus miembros. El régimen venezolano, además, hace parte de una red internacional de autocracias que apoya a sus miembros y que comparte equipos de represión, espionaje y propaganda, además de mecanismos financieros para canalizar y encubrir la corrupción de sus miembros. Por esta razón, es evidente, al lado de Maduro, la solidaridad cómplice de Cuba, Irán, Rusia y China.

Estas autocracias están dispuestas a hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder. Esto incluye la persecución a los disidentes, la tortura y desaparición de sus opositores, la destrucción de sus economías, la emigración de millones de sus ciudadanos y, como quedó demostrado el 28 de julio, el robo descarado de las elecciones. Adicionalmente, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, a sus dictadores los tiene sin mayor cuidado la reprobación internacional y la censura de las organizaciones internacionales y de derechos humanos.

En estas condiciones, va a ser increíblemente difícil la valiente y heroica lucha de María Corina Machado y sus millones de seguidores por recuperar la democracia después de 25 años del régimen bolivariano.

La lección de la tragedia de Venezuela para Colombia y otros países latinoamericanos consiste en que tenemos que apreciar, valorar y defender lo que la dictadura les ha arrebatado a los venezolanos: la separación de poderes, la autonomía de los jueces, la independencia del banco central, la libertad de prensa y asociación, las restricciones a los gobiernos para espiar y perseguir a los opositores, en una palabra, la democracia liberal. Cada vez que alguno de nuestros gobiernos intente imitar a Maduro en alguna de esas materias, así sea en forma incipiente, debemos protestar y luchar, conscientes del peligro para la libertad y la democracia.

Los colombianos, por fortuna, entienden bien lo que ha sucedido en Venezuela y saben quiénes son los culpables del desastre. Según las encuestas domésticas, la desaprobación de Maduro supera el 90 %. Esto explica el hecho de que algunos líderes locales, que coquetearon con los proyectos bolivarianos, ya retiraron de su santoral, probablemente en forma táctica, la figura de Hugo Chávez, el caudillo que echó a andar el desastre de su país.

El desesperanzado sufrimiento del pueblo de Venezuela nos debe llevar a redoblar nuestros esfuerzos por preservar, fortalecer y purificar la democracia y el régimen de libertades en Colombia.

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NAVY(47439)26 de agosto de 2024 - 06:59 p. m.
Me acuerdo que nuestro iluminado alcanzo a coquetear con los proyectos bolivarianos.
Mario(53803)26 de agosto de 2024 - 02:37 p. m.
Todo iba muy bien hasta que salió con esta charada: "increíblemente difícil la valiente y heroica lucha de María Corina Machado". De dónde se supone que esa mujer es dechado de virtudes? Siempre ha estado vinculada a la igualmente corrupta extrema derecha venezolana desde antes de Chávez
José(9532)26 de agosto de 2024 - 01:21 a. m.
Que bonitas palabras escribe este defensor de nuestra "democracia": la separación de poderes, la autonomía de los jueces, la independencia del banco central, la libertad de prensa y asociación, las restricciones a los gobiernos para espiar y perseguir a los opositores, en una palabra, la democracia liberal. Es claro que este señor jamás se ha interesado, de forma consciente, por lo que sucedió y sucede en nuestro país.
jesus(10579)26 de agosto de 2024 - 12:58 a. m.
Hay acciones que gritan que ese es el rumbo que desean algunos personajes...OJO!!!
Rafael(47570)25 de agosto de 2024 - 10:47 p. m.
Las lecciones de Venezuela y de Colombia entre el 2002 y el 2010, es lamentable su memoria selectiva en un análisis que podría ser realmente esclarecedor.
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