Uno de los hechos más interesantes del estudio de opinión de Invamer de octubre es que los colombianos no piensan que el coronavirus sea el principal problema del país. Tampoco lo son los asuntos de orden público y la seguridad, temas frecuentes en las noticias cotidianas. En cambio, la corrupción, el desempleo y otros flagelos ocupan los primeros lugares en sus preocupaciones.
El estudio reporta el juicio de los colombianos sobre el desempeño de los mandatarios del país, que han estado a cargo de la enorme crisis de este año. La aprobación del presidente Duque mejoró en los primeros meses de la pandemia: subió del 23 % en febrero al 52 % en abril, pero ha caído desde entonces y llegó al 31 % en octubre. En cambio, las cifras de los alcaldes y gobernadores se mantienen relativamente bien. Aunque Claudia López y Daniel Quintero han perdido algunos puntos en los últimos meses, su aprobación se mantiene sólida, en cerca del 70 %. Y la de los alcaldes de Cali y Barranquilla, así como la de la mayoría de los gobernadores reportados, también está lejos de las zonas críticas por debajo del 50 %.
En cuanto a los precandidatos presidenciales, en esta encuesta se observan varios aspectos interesantes. Si bien el porcentaje de los colombianos que tienen una opinión desfavorable sobre Gustavo Petro sigue siendo elevado, del 47 %, y superior al favorable, del 39 %, la diferencia entre los dos se ha acortado en algunos puntos en los últimos meses. Lo contrario ha sucedido con las cifras de Sergio Fajardo. El porcentaje de opinión favorable sobre él, del 39 %, sigue siendo superior al desfavorable, del 26 %, pero la brecha entre estas cifras se ha acortado desde mediados de 2018. Se registra también que los números positivos de Humberto de la Calle y Juan Manuel Galán superan los negativos, contrario a lo que sucede con Marta Lucía Ramírez y Carlos Holmes Trujillo.
En materia de la opinión sobre las instituciones del país, se reitera una vez más la pésima opinión que tienen los colombianos sobre el Congreso, los políticos y las cortes, pero esta vez se destacan dos hechos interesantes. La opinión favorable sobre la clase empresarial, de nuevo, supera la desfavorable: 54 % contra 41 %, un resultado que se ha mantenido, con algunas excepciones recientes, desde hace años. En cambio, en los últimos meses, y en particular en octubre, se ha registrado una pronunciada caída de la opinión favorable sobre las Fuerzas Militares, una institución que gozó, durante mucho tiempo, de un gran prestigio y que registraba también cifras positivas muy superiores a las negativas. Se halla también que la desaprobación de la Policía Nacional se disparó en agosto y octubre, probablemente por los conocidos escándalos recientes.
La encuesta muestra también que desde el segundo gobierno del presidente Santos viene subiendo en forma sistemática la percepción de que están empeorando en Colombia los problemas derivados de la guerrilla y el narcotráfico, algo que solo a ojos ingenuos de un observador externo pudiera parecer paradójico, especialmente después de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc.
A medida que se acerquen las elecciones de 2022, el análisis de este tipo de encuestas será crítico para entender el curso que irán tomando la percepción y las preferencias de los colombianos sobre el futuro del país.