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La captura de Otoniel, máximo cabecilla del Clan del Golfo, produjo todo tipo de comentarios de expertos en seguridad y de periodistas. Conocida la noticia, el presidente expresó en su cuenta de Twitter: “es el golpe más contundente que se le ha propiciado al narcotráfico en este siglo. Solo es comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90″.
La grandilocuencia de su afirmación hace parte de una retórica presidencial que funciona como una plantilla en la que suele decir, sin pudor alguno, que determinada acción, recurso u obra es la más grande del siglo o de la historia de Colombia. Son frases que pronuncia con vehemencia y en ocasiones parece saber de lo que está hablando.
En su reciente visita a Cúcuta, con motivo del bicentenario de la Constitución de 1821, reunió a todos los gobernadores del país para dar cuenta de su legado. Allí dijo que “nuestra meta, la de todos nosotros, es que nuestra economía crezca por encima del 7% de este año y que todos podamos festejar el año de mayor crecimiento económico de este siglo en nuestro país”. Tras un tiempo prudente para los aplausos, volvió a embestir: “es la reforma social más importante y la reforma fiscal más importante de este siglo”. Por último, refiriéndose al programa de Matrícula Cero, expresó, sin atorarse, que “no existe un programa con ese nivel de equidad en la historia de Colombia”.
En su defensa podría decirse que el cansancio y el calor de la frontera lo llevaron a situaciones delirantes. Pero no, es una estrategia de comunicaciones que se alimenta de los aplausos de su círculo más cercano: ese que está dispuesto a jurar que el Sol gira alrededor de la Tierra si así lo quiere el presidente.
No hay sector en el que no haya hecho la transformación más importante de la historia. Sobre el agro dijo “Esta es la entrega de títulos de tierra más grande de toda la historia del país” (Cartagena, 3 de julio de 2021); sobre el deporte dijo “este es el gobierno del deporte y los deportistas y, en equipo hemos logrado que exista el Ministerio, y que tengan el mayor presupuesto de la historia” (Bogotá, 3 de marzo de 2021). Afirmaciones similares expresó en temas de salud, vivienda, juventudes y política energética.
Uno entiende que a Duque le preparen los discursos, eso no está mal, incluso hay un cargo destinado para ese oficio. Ahora bien, lo que sí resulta problemático es que repita todo lo que está allí sin hacerse preguntas. Esto abre dos posibilidades: que en realidad crea en lo que está diciendo o que no tiene el conocimiento suficiente para cuestionar lo que lee. Supongo que es un poco de ambas.
No se da cuenta el presidente que detrás de cada afirmación hay un desconocimiento de la historia y de la realidad de millones de personas que no sienten en sus vidas los logros que tanto pregona. Al contrario, solo evidencian la mediocridad de su gestión. Estoy seguro de que, si el presidente hubiera escrito esta columna, habría dicho que es la mejor de la historia del país.
Puntilla. Se conocieron los resultados del concurso para la elección del nuevo contralor municipal de Cúcuta. Hubo tres candidatos con puntaje casi perfecto (59/60). No solo tienen en común su “inteligencia”, sino que pertenecen al mismo grupo político. Uno de ellos fue Mario Figueroa, a quien la suerte y Ramiro Suárez siempre le sonríen.
