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¿Universidades o politécnicos?

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Arturo Guerrero
30 de mayo de 2025 - 05:00 a. m.
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Los muchachos de hoy ya no quieren estudiar carreras universitarias largas. Prefieren matricularse en programas que duren dos o tres años y que les suministren habilidades técnicas o tecnológicas. Opinan que no tienen tiempo para aplazar el ingreso a trabajos remunerados que les solucionen su vida económica.

Son jóvenes atenazados en el actual mundo que ha puesto al dinero por encima de todo. Al terminar el bachillerato abren rápidamente los ojos y contemplan la impiedad de una sociedad donde todo se valora según el signo pesos y concluyen que los billetes se amañan en los bolsillos de la gente que haya sabido ahorrarlos.

¿Para qué malgastar las pestañas en libros y clases que tomen cinco o seis años en conceder el diploma, es decir, la autorización para comenzar a buscar puesto? ¿Qué sentido tiene romperse los sesos intentando seguir las elucubraciones de profesores expertos en teorías e historias sobre cómo es el mundo?

Estas mujercitas y hombrecitos, apenas salidos de la adolescencia, han sido estimulados desde toda clase de nuevos medios de comunicación para llegar a ser expedicionarios dispuestos a tomarse, ya no el cielo, sino la tierra por asalto. Por eso quieren que los instruyan en cómo manejar las técnicas y cómo sacar de ellas el mejor provecho financiero.

Por eso son desertores de los programas tradicionales ofrecidos desde antiguo por las universidades. ¿Y cómo están reaccionando estos centros educativos tradicionales, alarmados por el descenso de matrículas? Haciendo investigaciones sobre qué quieren estudiar los nuevos jóvenes y durante cuánto tiempo están dispuestos a aplazar su ingreso al sistema salarial.

Los educadores saben la respuesta, pero se sienten acorralados detrás de sus escritorios elevados. Entonces optan por rendirse y seguir la corriente. Abren nuevas y cortas carreras, técnicas y tecnológicas, para atraer las matrículas esquivas y así terminar de pagar los edificios elegantes emprendidos en los recientes lustros.

Los estudiantes pasan a ser entonces clientes a quienes hay que halagar y dar razón en lo que pidan. Así, las universidades se convierten en politécnicos, obedecen a las necesidades del mercado y dejan a un lado su nombre y la misión para las que fueron creadas hace mil años: considerar “el conjunto de todas las cosas”.

Es obvio que este origen no implica caer en el enciclopedismo. No se trata de abarcar lo inabarcable, sino de profundizar en la generación de conocimiento a partir de cada disciplina contemplada. Además, materias hoy poco atractivas salarialmente, como filosofía, humanidades, artes, tendrían que valorarse por sí mismas y por su aporte esencial para comprender el papel de las asignaturas del espectro técnico.

El ser humano es complejo y cada individuo es un misterio. De ahí que la educación merezca más que una perspectiva de mercado. Educar no es adiestrar jóvenes en procedimientos mecánicos. Es ampliarles los motivos para contribuir a la construcción y embellecimiento general de la vida.

arturoguerreror@gmail.com

Conoce más

 

Jairoval(07497)03 de junio de 2025 - 02:36 p. m.
Algunos apartes son un poco ofensivos, pero si.. de acuerdo con el autor. Las universidades se están rindiendo en dar una formación integral, y en su lugar, ahora el negocio son los cursos cortos.. y obvio , virtuales porque pobres los jóvenes, cómo hacerlos ir a un salón de clases.
Augusto Susto(05139)02 de junio de 2025 - 11:41 p. m.
Los muchachos ahora no quieren estudiar y de es culpable el sistema educativo de corte neoliberal que nos metió César Gaviria Trujillo en su afán por proveer de mano de obra barata al sistema productivo
Iván Montenegro Trujillo(38850)31 de mayo de 2025 - 05:50 p. m.
Y menos en un pseudo mercado como el de un país subdesarrollado como Colombia en donde se transan bienes y servicios en estructuras oligopólicas y monopólicas de bienes y servicios que incorporan una tecnología que no entendemos ni apropiamos. Es otra razón para un cambio profundo de modelo extractivista por uno de generación de valor que requiera la comprensión de las bases de la tecnología y su adaptación y apropiación, lo cual requiere de curriculos apropiados, y basados en ciencias
Ana Maria Franco(42620)30 de mayo de 2025 - 05:18 p. m.
QUÉ VIVAN LA FILOSOFÍA, EL ARTE Y LAS HUMANIDADES! Existieron antes de Capitalismo y estarán después. Nos conectan con nuestro verdadero propósito: para qué hacemos todo lo que hacemos? por plata? por llegar a la una?Qué principio debe regir nuestra graaan habilidad técnica?
Atenas (06773)30 de mayo de 2025 - 02:22 p. m.
Con verdades a medias, Turo, alude a un momento muy duro pa las nuevas generaciones, pero q’, así duela, es signo de los tiempos vertiginosos q’ vive la especie, o cuarta revolución llaman lo de estos momentos, y no así de esa manera tan procaz como lo anota Turo, pues es flagelo mundial, y del cual se afirma q’ más pecado es no prepararse pa subirse a ese tren. Al respecto, un medio mundial tituló ayer “Estamos ante una generación de hombres jóvenes inviables económica y emocional/“.Atenas.
  • Duncan Darn(84992)31 de mayo de 2025 - 02:38 a. m.
    Y tú, Apenitas, de plácemes porque tu adorado Gorila pelimazorca se la dedicó a estudiantes, maestros y universidades. Van de j0p0 pal estanco......
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