Hace algunos años, escribí en una columna sobre los amigos... la amistad, así, sin género, edad ni ideologías. Para mí, siempre ha sido sagrada, y se me iluminó la vida cuando conocí a un terapeuta irlandés. Fue durante mi primer intento de recuperación del alcohol y las drogas, cuando no veía la salida del túnel por ningún lado. Todo era negro, y la única salida parecía ser la muerte, ya que no había horizonte ni luz.
Inicié la terapia y acepté ir a los Grupos de esa secta extraña que se llamaba A. A. Pasaron meses, y en una ocasión le comenté sobre el tema. Repito sus palabras: “la amistad, Aura Lucía, es la forma más delicada...
Conoce más
