Sí. Cali, la que tocó fondo. La que ya parecía estar condenada a su deterioro, corrupción, malos manejos y caos, logró despegar, al fin, gracias a la administración de Rodrigo Guerrero, como un cohete, hacia arriba, buscando ese cielo del cual es la sucursal.
Ya el despegue de esta ciudad parece imparable. Se removieron las entrañas y el sacudón que se sintió fue tan fuerte que sus ciudadanos lograron despertarse del letargo y la apatía, han vuelto a retomar conciencia cívica y sentido de pertenencia.
Esa labor profesional, sin alardes, ese pensamiento a largo plazo, ese ir remendando huecos administrativos sin utilizar el espejo retrovisor y sin quejarse por el inventario que recibió, esa labor sin alardes, repito, de Rodrigo Guerrero y su equipo, un equipo de bandera y honesto hasta las cachas, está realizando el milagro de rescatar lo que parecía imposible. Ni la Madre Laura, ahora santa, lo hubiera podido hacer mejor.
No sé quiénes hacen las encuestas ni a quiénes les preguntan. En el ambiente se siente el respaldo popular al alcalde y su equipo. No faltan, obviamente, los que se empeñan en las campañas de descrédito, y populismo barato y resentido, ni los personajes oscuros que se resisten a reconocer lo importante, porque eso los aleja de sus ambiciones personales retorcidas, por ejemplo los Alexánder López de turno, que son muchos, pero para ejemplo ese botón.
Hoy se inaugura la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico. Este evento posicionará a Cali a escala mundial. Una decena de jefes de Estado, cancilleres, ministros y 200 periodistas están en este instante dando comienzo a esta cita. Como afirma María Eugenia Lloreda, directora ejecutiva de Invest Pacific, en reportaje a El País, el domingo pasado: “Esta visita es muy importante. Vamos a volver a estar en el panorama de las empresas a nivel mundial y vamos a posicionarnos de nuevo como era Cali antes (...) y no como lo que nos sucedió en las últimas décadas”.
En junio se realizará una macrorrueda de negocios de la Alianza y los empresarios, frente a frente, iniciarán los acercamientos de inversiones y negocios. Lo cual redundará en empleo, oportunidades y desarrollo.
Si a esto le sumamos la inauguración de los Juegos Mundiales, la apertura del Bulevar Avenida Colombia, la limpieza, el embellecimiento y el despertar ese cariño que sentimos por la ciudad, de nuevo, es una realidad que Cali despegó como un cohete y que nada ni nadie nos la volverá a robar.
Cali les da la bienvenida a todos los mandatarios, empresarios y periodistas.
Cali sabe ser anfitriona.
¡Cali supo volver a despegar!