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¿Cortinas de humo?

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Aura Lucía Mera
23 de febrero de 2016 - 02:00 a. m.
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Intuyo que algo muy podrido, sucio y fríamente calculado se está cocinando tras estos escándalos mediáticos enfocados en descubrir y destapar conversaciones, acusaciones y videos íntimos.

¿Por qué el fiscal Montealegre hizo mutis por el foro tan calladito? ¿Por qué el presidente Santos está tratando de pasar de agache? ¿El procurador desvía la atención atacando la educación sexual en los colegios, y congresistas, ministros, exministros, funcionarios públicos y altos ejecutivos se hacen los de la oreja mocha?

No es casual que en una semana caigan decapitados uno de los generales más importantes de nuestra Policía, una periodista —polémica, sí, pero profesional y corajuda—, un viceministro y el defensor del Pueblo. ¿Les habrán tendido una trampa? ¿Cuál es el mar de fondo? ¿Quién está manejando estas cuerdas? ¿Cuál es el verdadero propósito?

Ya sabemos que aquí en Colombia nadie renuncia por corrupto, ni reacciona ante atroces masacres. La muerte es el pan nuestro de cada día. Nos hemos acostumbrado a vivir en la mentira, la trampa, la polarización, la mermelada, la politiquería... y la lista es infinita.

De pronto estalla la pita por lo más delgado, en un país en el que precisamente la vida privada era privada. No somos anglosajones, donde la ley es que un funcionario público tiene que ser íntegro en su comportamiento oficial y privado, y cuando comete algún error carnal y lo descubren con las manos en la masa, pues lo ponen de patitas en la calle, por más lord que sea.

¿Desde cuándo y quiénes graban y filman conversaciones privadas? ¿Con qué fin? ¿Chantajear? ¿Se prestan algunos funcionarios, ya sean civiles, policías o militares, para hacerse pasar por prostitutas y homosexuales y tratar de seducir y enredar con micrófonos camuflados a personajes que quieren sacar del ruedo?

¿Por qué RCN aceptó sin chistar la “renuncia” de Vicky Dávila? ¿También están chantajeados con videos non sanctos sus altos directivos? ¿Resultaba Palomino incómodo en este proceso de paz? ¿Al expresidente Uribe le tendrán metros y metros de filmaciones? ¿Cómo se le ocurre al defensor enviarle una foto de su órgano a la supuesta “víctima” que, parece, lo utilizó de carnada?

Asco produce todo. El video que publicó Dávila, las confesiones íntimas de un subalterno de Palomino, la trampa tendida al viceministro y, sobre todo, me produce asco infinito que estas publicaciones grotescas son las que hayan precipitado las decapitaciones y los mutis por el foro de otros dirigentes...

Ojalá algún día sepamos la verdad: cuál es la mafia de las cámaras secretas, de los seductores de profesión, qué se esconde, por qué tanta alharaca por cosas íntimas cuando estamos ad portas de un proceso de paz, cuando en las cárceles desde hace años se “pican” reclusos y se los avienta a las letrinas, cuando los niños de La Guajira se mueren de hambre, cuando Bienestar Familiar es una cloaca.

No conozco al general Palomino, pero lo respeto. Me parece que el defensor es un patán. Vicky Dávila se equivocó, el viceministro cayó en una trampa, pero estoy segura de que el mar de fondo es otro más podrido; cruel, salvaje y tenebroso.

Posdata: el periodismo tiene que aprender la lección y dejar el amarillismo, enfocarse en las cosas de fondo. Y, por favor, utilicemos las redes sociales para la comunicación seria y no para compartir fotos con el “pájaro espino” al aire. Estamos en un país en que la corrupción y las mentiras son normales. Cuidado con las fotos y las conversaciones con extraños... esas son las peligrosas.

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