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Curiosidades


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Aura Lucía Mera
24 de septiembre de 2024 - 05:05 a. m.
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Esta aventura cantábrica, además de la majestad infinita de sus paisajes —playas, acantilados, colinas verdes y picos filudos erosionados por los siglos y los vientos; calas, puertos pesqueros, aldeas vacías, pueblos industriales hoscos—, me ha permitido descubrir varias curiosidades que rara vez se mencionan en los libros de historia, y que se diluyen en la desmemoria colectiva. Rescato algunas…

Saint-Jean-de-Luz, antigua ciudad ballenera y tranquila, después llamada “ciudad de los corsarios” durante dos siglos por las continuas batallas entre corsarios legítimos y piratas. Fue llamada “Ciudad de las Marismas” porque se desarrolló en una zona húmeda y malsana, fangosa, pantanosa, en la desembocadura del río Nivelle. Hacia finales de los años ochenta, lograron “sacarla a flote” y convertirla en una ciudad turística con una arquitectura muy particular, bellísima. Ya desaparecidas en el olvido las plagas, la lepra y las infecciones, el lodazal casi había desaparecido del mapa por las fuertes mareas que lo arrasaban, transformándose en una joya. En esta ciudad se celebran las famosas carreras automovilísticas entre Biarritz y San Sebastián.

En Santillana del Mar, ciudad peatonal y tesoro de Cantabria, encontré por casualidad el Museo de la Tortura, único en el mundo, especializado en la Inquisición. En ese período, en nombre de Dios, la iglesia católica empalaba, desollaba, decapitaba y quemaba infieles sin piedad. Ahí encontré instrumentos como aplastapulgares, pinzas ardientes, desgarradores de senos, peras orales, rectales y vaginales, la horquilla del hereje, cuchillos para desollar, jaulas colgantes, collares con púas, máscaras inflamantes, ruedas para despedazar, entre otras modalidades diseñadas para convertir a los impíos y herejes… o enviarlos, ya entrenados, a la paila ardiente por toda la eternidad.

Las Cuevas de Altamira fueron habitadas por los humanos del Paleolítico. Desde hace años, las cuevas originales han sido selladas porque el aliento humano estaba destruyéndolas, sobre todo por culpa del ajo, las guindillas y otras especias. Para poder ver los bisontes, cervatillos y toros acostados en sus paredes, hoy en día se cuenta con un museo fenomenal que ofrece una réplica superior de la cueva original. Es un regalo para los amantes de la prehistoria y para la Humanidad.

En Liérganes, un pueblito escondido en Cantabria, se cuenta la leyenda del Hombre Pez. Un joven, en el siglo XVI, entró a nadar en la ría con unos amigos y nadie lo volvió a ver, ni encontraron su cuerpo. Cinco años más tarde, en la bahía de Cádiz, apareció un extraño ser acuático y humanoide. Lo rescataron, y, para asombro de todos, era un joven con torso humano y el resto del cuerpo cubierto de escamas, y con cola de pez. Lo llevaron a un convento para exorcizarlo, pero no hablaba. Hasta que, un buen día, dijo: “Soy de Liérganes.” A veces musitaba “tabaco, pan, vino…”. Años después, alguien lo vio entrando al mar, rodeado de una manada de delfines. Junto a la ría se encuentra hoy su escultura, bronceada y feliz.

Termino con otra cueva, la cereza del pastel: el Santuario de Covadonga, homenaje a Don Pelayo, noble y feroz, quien a pedrada limpia impidió que los moros invadieran Cantabria. La “Santina”, con su bebé en brazos, siempre rodeada de velas y flores, habita la cueva junto a la tumba de Pelayo, en medio de las rocas gigantescas que dan paso a los Picos de Europa.

Seguiré con más curiosidades en otra ocasión.

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Luis Arturo Nieto Hernandez(17764)07 de junio de 2025 - 06:06 p. m.
Eso si es turismo, la felicito
Jacqueline(10525)25 de septiembre de 2024 - 03:59 p. m.
¡Qué bien Aura Lucía! una buena guía para aprovechar un viaje por esa región. Gracias por compartinos estas curiosidades históricas.
D.(cvtsc)25 de septiembre de 2024 - 11:52 a. m.
Hay otro museo de la tortura en La Haya, donde se podría incluir nuestra pérdida de mar con Nicaragua por funcionarios incompetentes.
Alberto(75791)25 de septiembre de 2024 - 02:32 a. m.
Esta señora se da gustos de ricachona y nos viene a decir donde estuvo. Valiente columna.
José(9532)24 de septiembre de 2024 - 10:23 p. m.
Esperaba otra diatriba contra el actual gobierno. Pero no, la señora nos muestra en su gira turística su compasión por los seres humillados por la "santa inquisición"; compasión que no asoma cuando se trata de los humillados por el "santo neoliberalismo" en su propio país y que no pueden darse los lujos de los que ella se jacta.
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