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Entre la rabia y el miedo

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Aura Lucía Mera
05 de diciembre de 2011 - 11:00 p. m.
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Esta atmósfera es la que se respira en Quito, y según me cuentan, en otras ciudades ecuatorianas. Me consta el aire enrarecido de "la carita de Dios" que es como los quiteños llaman a su ciudad. La quieren. Le cantan.

Ya quisiéramos los colombianos tener ese sentido de pertenencia. Durante todos los días de las fiestas capitalinas se escucha en las calles, “Viva Quito de mi vida. Yo te canto con amor”. Y “El chullita quiteño” es prácticamente el himno oficial. Además, el “serrano” se ha caracterizado siempre por ser rebelde, derrocar presidentes, incluso llegando a extremos como asesinatos de líderes: recuérdese a Eloy Alfaro, García Moreno. En fin, un pueblo con casta, así provengan de las clases altas, o de las etnias indígenas, no cohonestan con ninguna maturranga.

Por eso me acongoja el alma ser testigo de lo que está sucediendo. La rabia está represada por el miedo. Rabia porque sienten que Rafael Correa los engañó. Rabia por ser testigos impotentes de que Correa se ha adueñado de forma imparable de todos los poderes: el judicial, el legislativo, el ejecutivo. Su círculo “rosa”, como llaman a sus incondicionales, se ha convertido en la nueva casta de intocables, como dice El Pájaro Francisco Febres Cordero, periodista valiente. Se han vuelto la casta de los nuevos ricos, que hacen la revolución desde sus mansiones.

A Correa lo llaman “el innombrable”. Son muy pocos los que se atreven a desafiarlo de frentón, porque inmediatamente sus familias correrían peligro o sus empresas podrían ser embargadas. Ya a un tuitero lo mandaron a la cárcel. Ya El Universo está “condenado” a pagar no sé cuántos millones de pesos y sus directivos a vivir en la cárcel... Y así.

En publicidad gobiernista se gasta la mayor parte del presupuesto. Se controla el ganado con chips para seguirle la pista cuando se vende. La hija del expresidente Roldós, mujer inteligente y contestataria, se vio obligada a callar cuando le amenazaron a sus hijos. Infiltrados cubanos sirven de informantes camuflados. Eso creen porque su pinta los delata. Una líder indígena fue condenada a pagar un multa millonaria (en dólares) y a un año de cárcel, por haber cuestionado un “intocable”.

La corrupción campea. Todos lo saben, pero nadie se atreve a decirlo, por temor a ser condenados y perseguidos. Correa se alimenta de rabia, resentimiento y paranoia . Es una especie de nuestro “ex”, pero populista, los extremos se tocan cuando los une la sociopatía. Un periodista, a quien no nombro, por no hacerle daño, tiene en videos recopilados todos los insultos, agravios y patanerías de Rafael Correa durante los años de su mandato.

Lo más triste es que Correa ya está aceitando todos los engranajes para quedarse en el poder, mientras que la gran masa descontenta no se une a tiempo, lanzando un solo candidato, arropándolo desde ahora, y las rencillas políticas, los egos y los intereses personales le darán la oportunidad a este personaje oscuro de perpetuarse en el poder. Dios bendiga a Ecuador, lo guíe y lo salve del tenebroso porvenir que lo acecha. Ojalá triunfen la sensatez, la libertad de expresión y la cordura. Ecuador unido en contra del atropello jamás sería vencido. Pero tiene que unirse y perder el miedo.

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