En medio de la desesperanza siempre hay una luz, y eso fue lo que impulsó a cuatro artistas para trabajar sin descanso en la elaboración de las 100 piezas de arte únicas de El Candil, las cuales serán exhibidas durante una noche en la galería NC-arte el 9 de septiembre.
Tatis Cala, escultora; Lucette Mugnier, joyera; Luz Marina Raad, directora del proyecto, y Martine Paturle, asesora internacional, decidieron poner su talento y creatividad para ayudar a la Fundación Laudes Infantis, proyecto que recibió el aval de la Unesco en este, el Año Internacional de la Luz.
Laudes Infantis es una fundación única en Colombia, cuyo modelo de trabajo ha sido replicado en Suiza y Estados Unidos. Nació hace 16 años y todo lo que tenían eran narices de payasos, con las que Jacqueline Moreno aterrizó en medio de una de las comunidades más vulnerables de Ciudad Bolívar en Bogotá.
El nombre de sus barrios, El Oasis, Bella Flor, San José de los Sauces, nada tenía que ver con la dramática realidad de sus habitantes, quienes eran desplazados, desempleados, jóvenes que habían desertado del paramilitarismo y la guerrilla, madres solteras y niños maltratados. Comunidades sin futuro y con un único panorama de violencia, desesperanza, rabia, frustración y miseria.
Uno de los sectores era llamado “gotita de sangre”, pues no pasaba un día sin que apareciera un muerto o heridos, víctimas de atracos, vendettas y enfrentamientos. No había, para ellos, luz al final del oscuro túnel del desarraigo.
Jacqueline, con las narices de payaso y los bancos de trueque, logró que cada familia descubriera que, a pesar de su pobreza y la falta de oportunidades, podían aportar algo. Fueron descubriendo sus talentos y, bajo la premisa de que “aquí a nadie se le regala nada porque todos aportan y reciben”, y la de “todos colaboramos porque todos tenemos algo que aportarles a otros”, ha logrado un milagro: que 3.200 familias de Ciudad Bolívar convivan pacíficamente, con mejor calidad de vida, dignidad y autoestima.
Han logrado tener salacunas, becas educativas, bibliotecas, talleres empresariales, despertar el espíritu cívico y disminuir casi a cero la violencia y la delincuencia.
El modelo de Laudes Infantis le ha valido a Jacqueline numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. Pero el mejor homenaje es que este modelo se siga en todas las ciudades de Colombia y que, el 9 de septiembre, empresarios y coleccionistas asistan a esta noche de luz y adquieran una de estas piezas únicas, destinadas a seguir ayudando a iluminar el camino de más familias, condenadas por nosotros mismos a la oscuridad.
La cita es en la galería NC-arte, carrera 5 Nº 26B-76, a las 7 p.m. Felicitaciones a estas mujeres artistas por habernos regalado seis meses de su trabajo creativo y lograr estas verdaderas esculturas de luz.
Esta exhibición es una muestra más de que todos, absolutamente todos, podemos aportar algo para contribuir a luchar contra la inequidad, dignificar oficios y acercarnos unos a otros.
Estas mujeres crearon cada Candil aportando su arte, los empresarios y coleccionistas los adquieren y el dinero va a Laudes Infantis para extender cada vez más este tejido social. ¡Así hacemos la PAZ!
