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Hipnotizada

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Aura Lucía Mera
18 de enero de 2022 - 05:30 a. m.
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“El río Magdalena no es solo la principal arteria del país, es la razón por la que Colombia existe como nación”, Wade Davis.

No pude parar. Las casi 500 páginas de Magdalena las devoré en tres días. Tres días en que me sumergí en la historia del río, que es la historia de Colombia, la nuestra, la que jamás nos habían contado, la que nos descubre lo que no sabíamos y une en una cadeneta perfecta nuestro origen como país, nuestra identidad, nuestros secretos, dolores, sufrimientos, alegrías, costumbres, festividades y rituales.

Como el Río Grande de la Magdalena es nuestro cordón umbilical y la única razón de que existamos como país atrapado entre tres cordilleras, imposible de imaginárselo de otra manera. Ese río que nace en el centro del macizo colombiano, formado por gotas de agua, cañadas, pequeñas lagunas, y atraviesa toda la geografía quebrada y arrugada, abriéndose camino y recibiendo afluentes de cientos de otros ríos para irrumpir en el Caribe, tiñendo el mar de gris rojo con la potencia recogida en sus miles de kilómetros de recorrido, como si fuera un puñal que atraviesa el agua salada y deja la herida abierta, esa herida que es nuestra historia.

La prosa de Wade Davis hipnotiza. Esas casi 500 páginas son un largo poema de amor, llenas de cadencia, descripciones alucinantes de nuestra geografía, de nuestra historia repleta de bondades y crueldades, de misterios eternos jamás contados, rescatando los orígenes nativos, la existencia de esas culturas milenarias —muiscas, taironas, chibchas, paeces— que fueron extinguidas, las leyendas sobre esas esculturas gigantescas e indescifrables de San Agustín.

Los viajes de los conquistadores, las epidemias, las proezas heroicas del comercio a lomo de mula y en barcazas. El asentamiento de ciudades como Honda, Girardot, Mompox, Gigante y Garzón. La historia cruenta del Magdalena Medio y Puerto Triunfo en el terrorífico reinado de Pablo Escobar. Los miles de cadáveres hinchados y picoteados por buitres que el río ha transportado hasta vomitarlos en el mar.

Toda nuestra historia unida por ese cordón de agua que fluye y fluye, que jamás se estanca y sigue naciendo pura y cristalina, transformándose en el basurero y el cementerio de todas las guerras. Río testigo de toda la sangre derramada, de toda la belleza de la naturaleza que recorre a su paso por páramos, valles, montañas, barrancos y desiertos.

Davis nos enseña nuestra historia y nos enseña de nuevo a amarla, a entender la bondad de sus habitantes, su resiliencia, su valor para seguir adelante, como el mismo afirma: “Así como el Magdalena ha servido de cementerio, al llevarse sus muertos anónimos, también ha sido un río de esperanza, fuente de alimento y agua, musa para los poetas, inspiración para sus cantos. En medio de la muerte del día y la noche, el Magdalena fluye, destinado por toda la eternidad a desfallecer en Bocas de Ceniza, solo para renacer en las distantes alturas del macizo”.

Magdalena”, un regalo escrito con amor por Wade Davis para Colombia, para todos los colombianos. Un libro único, que fascina y no se deja de leer porque es como Las mil y una noches. Cada página está cargada de recuerdos, poesía y misterio. Cada página nos devela la historia de este país mágico, único, irrepetible, contradictorio, tesoro de reservas naturales, animales, paisajes, especies. Un libro que nos lleva de la mano a conocer nuestra asombrosa historia, unida desde los orígenes por las aguas de ese río.

Magdalena sigue siendo un libro abierto, con incontables páginas y capítulos aún por escribir. Como las familias condenadas a vivir cien años de soledad, también él merece, por fin y para siempre, una segunda oportunidad sobre la Tierra”.

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ANIBAL(12349)19 de enero de 2022 - 11:18 a. m.
Excelente columna, espero encontrar en libro alguna referencia del Distrito de Barrancabermeja, ya que no hace mención de ella.
Glory(4txhc)19 de enero de 2022 - 01:46 a. m.
Lo tendré en cuenta para mis lecturas de éste 2022, gracias sra Aura.
ELIZABETH(23598)18 de enero de 2022 - 11:02 p. m.
Las colunas de esta senora son siempre frito del refrito!
  • Luis(14946)18 de enero de 2022 - 11:54 p. m.
    su apreciación es digna de alguien que no tiene ortografía
  • Luis(14946)18 de enero de 2022 - 11:53 p. m.
    simple: no la lea . Si la lee es por algo
Gilberto(54899)18 de enero de 2022 - 10:36 p. m.
- Por eso, EMPUTA ver cómo este 30hijueputa Cerdo Inepto que nos MALgobierna , se empeña en bañar con GLIFOSATO valles y montaña cuyos afluentes caerán envenenados al Gran Yuma.
PEDRO(90741)18 de enero de 2022 - 10:26 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 201 días para que termine este gobierno derrochador de los recursos públicos. Colombia necesita unos dirigentes que sean honestos, transparentes y buenos administradores del erario.
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