Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
ESTÁ ESCRITO QUE LA FELICIDAD completa y duradera no existe. Hasta hace una semana el Informativo 24 Horas de RCN estaba cumpliendo una tarea ejemplar. Noticiero, reportajes, investigaciones de primera línea.
Compitiendo en franca lid con CNN y ganándole puntos y audiencia. Pero no. No podía ser verdad tanta belleza. Como decía el tonto de Buga, “de eso tan bueno no dan tanto” y el mate de manjar blanco tenía una mosca adentro efectivamente. Y de repente todo se esfumó.
Contrataron a Humpty Dumpty. Redondo, grasosito, apretado en su terno, peinadito con gomina, mechudito y con voz de falsete. Esto sería divertido si se tratara del payaso Cebollita y otro cómico de circo de carpa raída que nos quisiera hacer reír con su nariz de botón roja y sus chistes manidos. Pero no. Se trata de la contratación de un periodista peruano, exiliado en no sé dónde, ya caduco, que pasó hace años de ser un comentador agudo, irreverente y original a quedar donde está. Y precisamente, en su plena decadencia, zaz, nos lo colocaron como novedad en El Informativo Internacional.
No sólo me parece un desacierto integral de la directora de la programación, Claudia Gurisatti, quien, la verdad, nos tiene un poco fatigados, pues la vemos, la oímos y la soportamos en las mañanas, las tardes, las noches, como la bendición del catecismo astete, al levantarse, al salir, al entrar, al comer y al dormir. Me parece una falta de respeto con la teleaudiencia contratar un extranjero para que se repanchigue en su sillón a criticar, burda y chabacanamente al Presidente de otro país, así estemos o no de acuerdo con su forma de pensar y de gobernar.
¿Qué diríamos los colombianos si Venezuela contratara a un periodista boliviano para echarle andanadas al presidente Uribe a diario, desde la televisión? ¿Dónde pondríamos el grito? ¿Enviaríamos las Bases a inaugurar operaciones? A todas luces es censurable esta decisión. La audiencia se hastía y se cambia de canal. Humpty Dumpty sobra en el Informativo 24 Horas. Hace rato a Bailey se le terminaron el humor, la agudeza, el repentismo y la originalidad. Yo, a título personal y con el derecho inalienable que me otorga la Constitución (mientras la cambian de nuevo), me cambio definitivamente de canal; y como no me resisto ni al Capo, ni a las Muñecas, ni tanto narcomorbo, me sintonizo con el canal alemán, que no entiendo nada pero no me produce ninguna reacción.
Si esto pasa con los canales locales... ¿Qué vamos a hacer con un tercer canal? Auxilio. Viva el DVD.
