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De arquitecta reconocida en París, donde vivió y trabajó en importantes proyectos, María Mercedes Jaramillo Garcés, más conocida por amigos como Yiya, después de muchos años decidió repatriarse trayendo El Infierno a Colombia.
Un infierno sibarita, cuyo origen está en la fermentación de la uva, descubrimiento de Noé, cuando, en su primera borrachera que lo dejó tendido bajo un olivar, cambió el curso de la humanidad, llevándola a conocer de placeres hasta entonces conocidos sólo por el Dios Baco y sus fenomenales bacanales.
Yiya se recorrió los viñedos más exclusivos de Francia. Su paladar y olfato se afinaron como catadora y ya nadie le mete uvas chimbas. No pondrá restaurante ni punto de venta. Será todo en página web, con la historia de cada botella, el origen de las cepas, la tradición de los viñedos, y sugerencias y recomendaciones sobre cómo aprender de vinos y pagar precios justos por ellos.
El Infierno sale con sus llamaradas sibaritas en Bogotá, este miércoles, con invitación especial y restringida a los mejores amantes del buen vino. No dudo de que los afortunados que van a paladear esta bebida de dioses infernales quedarán atrapados por esta caldera de sabores.. Será un Infierno para los adoradores de estos frutos prohibidos, de los placeres terrenales, de aquellos que se quieran regalar estas indulgencias y compartirlas con sus amigos.
Vinos producidos en pequeña escala, pero de calidad insuperable, casi todos orgánicos. Viñedos sin pesticidas ni venenos. Y posteriormente El Infierno traerá otros productos gourmet provenientes de los rincones más sofisticados del planeta.
Bienvenido este Infierno, provocador y tentador. Contrasta con el que vivimos a diario, de violaciones, niñas mulas, minas quiebrapata, politiqueros hampones, corruptos y polarizaciones... Creo que García Márquez lo hubiera disfrutado al máximo... Esta es la clase de paila en la que queremos estar: compartiendo con condenados inteligentes, de buen paladar, cultura y sentido del humor. Yo no bebo, pero deseo que Yiya el miércoles brinde a mi salud...
La estupenda noticia es que pronto El Infierno se expanderá por las principales ciudades del país. ¡Que viva Noé!
P.D. 1. Me uno a las preguntas. ¿Qué hacía el general en plena selva de bermudas? ¿Será verdad que tenía gata encerrada o enmaniguanada? ¿Por qué el Ubérrimo tenía todas las coordenadas? ¿Por qué carajos este militar arriesgó el proceso de paz? Este cuentico tiene mucha tela de donde cortar... Ojalá las tijeras estén bien afiladas cuando salga ileso entre bejucos y matorrales. Y se suba en la piragua que lo conduzca directamente al Congreso. ¡No me quiero meter en intimidades de hogar!
P.D. 2. Estamos hartos los colombianos de los continuos comportamientos non sanctos de miembros de la policía... No son casos aislados, como pretende vendernos el general Palomino. Algo está podrido, bien podrido, en el corazón de esa institución que la mayoría queremos y respetamos. A fumigarlos. A limpiar de ratas. A barrer las cucarachas. No minimizar el problema. Así se crecen los tumores. Y luego no hay nada que los ataje. Menos bigote y más acción.
