No más estadísticas

Aura Lucía Mera
28 de marzo de 2023 - 02:05 a. m.

Ya los asesinados en Colombia se esfumaron, se convirtieron en simples estadísticas. Repaso cifras de este año y me estremezco con los homicidios en Cali, Bogotá, Santa Marta, Barranquilla. Alrededor de 2.000 personas han perdido la vida en los primeros dos meses de 2023. Civiles, hombres y mujeres comunes y corrientes. Lo más escandaloso es que “las noticias son alentadoras porque el porcentaje es menor que en 2022”. Buenas noticias para la paz total.

¿Quiénes eran?, ¿cómo se llamaban?, ¿qué edad tenían?, ¿en qué trabajaban?, ¿qué estudiaban?, ¿tenían algún amor?, ¿cuáles eran sus aficiones?, ¿eran cariñosos?, ¿cuáles eran sus metas e ilusiones?, ¿cómo eran sus facciones?, ¿qué comían?, ¿cuáles eran sus canciones favoritas?, ¿de qué se reían?, ¿tenían mascotas? Nadie sabe, a nadie le importa. Solo sus familiares quedan destrozados para siempre, pero sus historias no interesan. Pasan de la morgue a una tumba o una fosa común y se convierten en estadísticas. No tienen rostro, desaparecen del recuerdo colectivo. No eran guerrilleros ni pertenecían a ningún clan. Esos sí mueven prensa y acaparan titulares, son muertos vedettes. Conocemos sus fincas y piscinas que salen a todo color en noticieros y periódicos, morbosamente nos los venden como trofeos.

¿Y los otros? ¿Los que son el pan nuestro de cada día? Los que caen acuchillados, a los que les toca la bala perdida, la golpiza mortal por defender el celular, las mujeres degolladas en moteles de mala muerte, las apuñaladas por el macho de turno, los menores abusados por sus familiares o extraños, las niñas prostituidas por sus propias madres...

Hemos llegado al límite sin límite de la insensibilidad social. Los homicidios, feminicidios y abusos sexuales no nos mueven la aguja. Seguimos apasionadamente las chorradas musicales de Shakira y su futbolista. No nos perdemos la pelea por la vicepresidenta y su helicóptero, el romance de Isabel Preysler con el escritor peruano nos afecta, la guerra de Ucrania la vemos por televisión como capítulos de cualquier serie de Netflix, nos escandalizamos porque el presidente no fue buen papá...

Pero la violencia demencial que vivimos a diario ya no inmuta. El informe de la Comisión de la Verdad parece un libreto pasado de moda. El Acuerdo de Paz también ya es pasado. La paz total va de tumbo en tumbo. Regresan cuerpos hinchados flotando en los ríos, pero como son pocos a nadie conmueven. La polarización es anécdota. Uribe es el jardinero fiel de Petro, mansito y conciliador, pasando de agache. Como se avecinan elecciones regionales, sálvese el que pueda. Ya aparecen vallas con caras sonrientes, almas puras y promesas milagrosas. Pilatos era un aficionado en eso de lavarse las manos de todo. Las mociones de censura parecen retazos de zarzuela barata.

En cualquier lugar del mundo 2.000 asesinados hubieran disparado una reacción colectiva, aquí se llaman “hechos aislados” y, como Johnnie Walker, seguimos tan campantes, indiferentes. Nos impresiona más que abandonen un perro en la calle. Vivimos y convivimos con la muerte salvaje y demente, estamos enfermos mentalmente, anestesiados. Ya no necesitamos inteligencia artificial, porque somos zombis de alma, la perdimos y no nos interesa buscarla. Sigamos con las estadísticas, que no hacen mal a nadie y se pierden en los papeles de la burocracia y los archivos empolvados. Al fin y al cabo, un muertico más, una niña violada más, un joven apuñalado más, unos charquitos de sangre más, un enmaletado tumefacto más, qué importan.

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anibal(20690)28 de marzo de 2023 - 09:29 p. m.
Que más se puede esperar en este platanal de violencia, hipocresía, fanatismo religioso y político y corrupción, donde 4 de cada 10 colombianos tiene problemas mentales.
Felipe(94028)28 de marzo de 2023 - 09:17 p. m.
Después de más de dos siglos de independencia, hemos tenido tiempo sobrado para construir un país medio decente y no hemos sabido, o querido, hacerlo. Italia y Alemania se constituyeron como naciones-estado más tarde que Colombia, entre 1848 y 1871. La tasa de homicidios en Italia es de las más bajas del mundo (0.5 por cada 100.000 habitantes/año) a pesar de su fama de mafias, como que las mafias italianas matan bien poquito. La tasa en Alemania es de 0.9, unas 23 veces inferior a la nuestra.
Felipe(94028)28 de marzo de 2023 - 09:00 p. m.
Aquí hay mayoría de gente buena, pero seguro que hay más gente mala y de peor condición que en ningún otro lugar del planeta. Los indigenistas-genetistas, como hacían los nazis, dicen que la culpa es de los genes europeos, como si los genes españoles fuesen solo para lo malo y lo genes indígenas solo para lo bueno. Pero en España, con 48 millones de habitantes, en 2022 hubo 298 homicidios, 3 veces menos de los que hubo solo en la ciudad de Cali. Sí, es estadística y no, no son los genes.
Pablo(88449)28 de marzo de 2023 - 08:22 p. m.
Correcta columna Aura Lucia: Este pueblo está adormecido. Con congresistas como Miguel Bobo Bobo, María Fernanda Des- cabal- ada, Miguel Uribellaco Turbay mas los que se la pasan buscando un "polvito" y los otros un "porrito" estamos hechos. Y el matarife sumiso con Petro pa" que le deje nombrar su fiscalito para el próximo periodo y que siga su impunidad. QUE VIVA ESTE PLATANAL LLAMADO COLOMBIA.
Luis(04584)28 de marzo de 2023 - 07:23 p. m.
Por andar metiendo bareta y en corridas de toros no se dio cuenta de nada
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