Octubre negro…

MIS RETINAS LA GUARDARÁN, MI- entras viva, y si existe visión en el más allá, también me iré con esa imagen.

Imagen que me recuerda los cuadros antiguos en los que Esaú se vende por un plato de lentejas, en los que Judas recibe las treinta monedas de la traición, en los que Mesalina ofrece en bandeja de plata la cabeza de San Juan, en los que Dalila emborracha a Sansón para después dejarlo sin pelo, en los que José es vendido por sus hermanos y embotellado en una tinaja… en fin, imágenes todas de traiciones y servilismos trágicos a través de la historia.

Las fotografías de los periódicos nacionales ese sábado 31 de octubre, para mí octubre trágico, en las que aparecen los altos dignatarios colombianos estrechándose las manos con los altos dignatarios de USA en la firma de la entrega de las bases militares colombianas al gobierno norteamericano, me estallaron en los ojos, confundiéndose con esas bíblicas y tremendas. Sobre todo me impactó la de El espectador, en que aparece, en primera página, nuestro adusto e impenetrable Canciller con la mirada tensa mientras Mindefensa estrecha su regordeta mano en la suya y el camaleónico Mininterior se inclina reverente y obsequioso ante el Embajador de Estados Unidos. Al fondo una mujer pétrea es testigo de la escena. La imagen de una virgen colonial y fragmentos de la bandera colombiana y la norteamericana sirven de marco a la ceremonia.

Imagen que jamás hubiera querido mirar. Así como no había nacido cuando entregamos Panamá por unas monedas, esperé morir sin ver esta entrega. Me tocó. Ahora me tocará vivir con esta pesadilla en el corazón y en la memoria. Ojalá siga viva para ser testigo de la reversa al tratado o convenio o como lo quieran llamar para ocultar el hecho de por sí monstruoso y arbitrario, logrado contra viento y marea, contra la opinión pública, saltándose todos los trámites de rigor, ocultando verdades y propósitos.

Ya es un hecho. Tendremos siete bases norteamericanas en los puntos más estratégicos y neurálgicos de nuestro país. Tendremos tropas foráneas con inmunidad para hacer lo que les dé la gana. Vendimos nuestra soberanía. O mejor dicho, la regalamos, a cambio de nada, o sí, a cambio de hipotecar nuestros principios y convicciones. Tal vez para que los gringos nos quieran más, o que Obama le entregue otra medallita al Presidente como en su momento lo hizo Bush, uno de los mayores genocidas de la historia contemporánea.

Ite, Misa Est. Todo está consumado . Padre del Norte, en Tus Manos encomiendo mi Patria. Ni es mi Voluntad sino la Tuya. Ya que no apartaste de Mí este Cáliz, que a mis hijos y nietos los coja confesados. Mientras tanto seguiré con esas imágenes que seguirán golpeándome como luces de bengala, cohetes, bombas y ráfagas. Dios quiera que me equivoque. En este caso sería muy, pero muy doloroso, tener la razón.

P.D. ¿Tendrán los suficientes c… los millonarios que se beneficiaron del Agro Ingreso Seguro de devolver el dinero que jamás les perteneció y que correspondía a otros? ¿Cuántos escándalos más nos faltan para despertar?