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sosoyRecibí hace pocos días un mensaje reenviado de una amiga donde un tuitero llamado “@patriota” tilda a El Espectador de “pasquín comunista”. Por lo tanto quiero desearle felices fiestas, Navidad, Papá Noel, Hanukkah y abrazos muy fuertes y llenos de amor al jefe camarada Fidel Cano, mi admirado y respetado director del pasquín, y a mis colegas camaradas de opinión Héctor Abad Faciolince, Piedad Bonnett, Lorenzo Madrigal, Alfredo Molano Jimeno, Cecilia Orozco Tascón, William Ospina, Lisandro Duque, Yolanda Ruiz, Ramiro Bejarano, Tola y Maruja, Yesid Reyes, Rodolfo Arango, Gloria Arias Pérez, Andrés Hoyos, Humberto de la Calle, Santiago Gamboa, Julio César Londoño y Patricia Lara Salive, entre otros, y a todos aquellos aguerridos combatientes del Frente Único de El Espectador.
A su coordinador editorial, Juan Carlos Rincón, y a todos los que hacen posible que este glorioso “pasquín comunista”, apoyado incondicionalmente por el grupo terrorista Santo Domingo, desde lejanos países, realice el milagro diario de llegar a miles y miles de lectores desprevenidos, para envenenarlos y poner en peligro el empeño de este Gobierno para hacer trizas la paz.
Sí. Felicito a este tuitero valiente y frentero, que se camufla con el seudónimo altivo de @patriota, encubriendo su identidad por este descubrimiento... Si El Espectador es como este sujeto lo define, estoy orgullosa de pertenecer a su nómina de colaboradores, de formar parte de este grupo de camaradas que defiende la libertad de prensa, la paz, la Comisión de la Verdad y la JEP; que rechaza el glifosato, condena el asesinato continuo de líderes sociales, denuncia la corrupción, rechaza los falsos positivos, desenmascara maturrangas, destapa escándalos, reconoce el compromiso de los que dejaron las armas, defiende la restitución de tierras y no se deja manipular. Cuestiona, investiga e indaga.
Este “pasquín comunista” seguirá siempre atravesando y capoteando temporales con dignidad, libertad y rectitud, como lo ha hecho desde su fundación. No se atemoriza por “lestrigones ni cíclopes ni el airado Poseidón”, porque, como en el poema inmortal de Kavafis, Ítaca, su pensamiento es alto; sus emociones y metas, escogidas... No se arredra ante el peligro y no se vende a áulicos ni gobiernos de pensamientos estrechos, tejidos de soberbia, ambición y rencor.
Su compromiso está con Colombia. Con esa Colombia de gente trabajadora, con esa Colombia empresarial, honesta, con esa Colombia que merece vivir alejada de la sangre, la que merece respeto y no desea más violencia, la que clama por dirigentes aptos, de ideas grandes y corazón abierto.
Siempre el equipo periodístico del diario El Espectador seguirá fiel a sus principios y su bandera: la independencia y el rigor informativo.
Gracias de nuevo, Fidel Cano, por la confianza y el respeto a nuestras opiniones. Ojalá el @patriota tuviera el valor para darnos su verdadero nombre. No se esconda en tuits, muéstrenos su cara y nosotros le mostraremos nuestro carné de pertenecer a este “pasquín comunista”, orgullo de la prensa nacional e internacional. Yo quisiera conocerlo. Carne y huesitos, me imagino, porque cerebro dudo que posea. Simple curiosidad.
Feliz Navidad... coronavirulenta. Ojalá sin glifosato, ni más sangre, ni más corrupción, ni más mentiras, ni más reuniones áulicas con el capataz de la finca ni su heredero. O posibles alcahuetes que ya están haciendo reverencias y venias en la finca del patrón.
Posdata. Esta Navidad, Niño Dios, no se me haga el sordo. Quiero que me traiga la paz. Un país cuerdo y no en la cuerda floja. Un país con aroma de café y no de glifosato. Un país con ríos limpios y sin sangre. ¡Un país de manos unidas!
